Lencería Erótica Categorías
Las máscaras eróticas y los antifaces pueden tener muchas funciones en el mundo sexual. Las máscaras son un elemento de adorno muy sexy para tus veladas, y puede servir también para que no se te os reconozca si mantenéis sexo en entornos más públicos. Por otro lado los antifaces sexuales y cintas impiden la visión total o parcialmente, son un complemento muy usado en el mundo bondage ya que bloquean uno de los sentidos y permiten disfrutar del resto de manera más intensa.
Tipos de lencería:
¿Imaginas la cantidad de cosas que se pueden hacer con este tipo de accesorios? Pues entonces ya te puedes hacer una idea de la cantidad de formas y materiales en las que te encontrarás estas máscaras, antifaces y cintas sexuales. Y es que podríamos decir sin miedo a equivocarnos que hay un tipo de complemento destinado a cada fantasía en particular.
Con todo, te facilitará un poco las cosas a la hora de hacer tu selección saber que la mayoría de máscaras sexuales se organizan en estas categorías:
Máscaras con aberturas: son las que llevarías a una fiesta de disfraces convencional. Una máscara sexy con agujeros para los ojos que te permiten ver y mostrar a tu pareja ciertas expresiones sin perder el halo de misterio que conserva todo antifaz erótico.
Sin aberturas o ciegas: aquéllas que se utilizan en juegos de sometimiento para privar del sentido de la vista a la persona que las lleva puesta. Este tipo de complementos son muy utilizados en el mundo del bondage. Es una manera de obligarla a dejarse llevar y agudizar el resto de los sentidos a la hora de experimentar nuevas sensaciones.
Capuchas: es la pérdida de identidad llevada al extremo. Al contrario que las máscaras y antifaces, las capuchas sí que cubren la totalidad de la cabeza. Pueden hacerlo dejando una abertura para los ojos o no. En cualquier caso siempre resultan muy excitantes.
Este tipo de accesorios se pueden utilizar en cualquier momento de la relación, como algo puntual o como parte protagonista de tus juegos fetish y BDSM. Es muy común combinarlos con otro tipo de complementos como los látigos y los azotadores, las cuerdas, las esposas y cualquiera de esos accesorios que habitualmente se emplean en sesiones de dominación y sometimiento.
Los objetivos del uso de máscaras y antifaces en el sexo pueden ser muy variados, pero normalmente quienes utilizan este tipo de accesorios suelen buscar:
Generar morbo en los juegos de sometimiento y dominación.
Crear un ambiente fetichista propicio para el desarrollo de esas prácticas.
Limitar o anular el sentido de la vista (a veces también el habla) para obligar a sus parejas a agudizar el resto de sentidos.
Desinhibirse en el sexo con la posibilidad de adoptar una nueva identidad.
Para liberarse de tabúes y presiones en el sexo no hay nada más útil que ocultar nuestra identidad tras una máscara erótica. Es una manera más de desinhibirnos y atrevernos a hacer todas esas cosas que tal vez a rostro descubierto nos darían algo más de corte.
Las máscaras y antifaces son accesorios eróticos con una larga trayectoria. Un mensaje silencioso con el que le dices a tu pareja que estás dispuesto a romper esas barreras que hasta ahora habían puesto límites a muchas de vuestras fantasías y con el que el juego sexual se abre a nuevas perspectivas mucho más libres y excitantes.
¿Imaginas la cantidad de cosas que se pueden hacer con este tipo de accesorios? Pues entonces ya te puedes hacer una idea de la cantidad de formas y materiales en las que te encontrarás estas máscaras, antifaces y cintas sexuales. Y es que podríamos decir sin miedo a equivocarnos que hay un tipo de complemento destinado a cada fantasía en particular.
Con todo, te facilitará un poco las cosas a la hora de hacer tu selección saber que la mayoría de máscaras sexuales se organizan en estas categorías:
Máscaras con aberturas: son las que llevarías a una fiesta de disfraces convencional. Una máscara sexy con agujeros para los ojos que te permiten ver y mostrar a tu pareja ciertas expresiones sin perder el halo de misterio que conserva todo antifaz erótico.
Sin aberturas o ciegas: aquéllas que se utilizan en juegos de sometimiento para privar del sentido de la vista a la persona que las lleva puesta. Este tipo de complementos son muy utilizados en el mundo del bondage. Es una manera de obligarla a dejarse llevar y agudizar el resto de los sentidos a la hora de experimentar nuevas sensaciones.
Capuchas: es la pérdida de identidad llevada al extremo. Al contrario que las máscaras y antifaces, las capuchas sí que cubren la totalidad de la cabeza. Pueden hacerlo dejando una abertura para los ojos o no. En cualquier caso siempre resultan muy excitantes.
Este tipo de accesorios se pueden utilizar en cualquier momento de la relación, como algo puntual o como parte protagonista de tus juegos fetish y BDSM. Es muy común combinarlos con otro tipo de complementos como los látigos y los azotadores, las cuerdas, las esposas y cualquiera de esos accesorios que habitualmente se emplean en sesiones de dominación y sometimiento.
Los objetivos del uso de máscaras y antifaces en el sexo pueden ser muy variados, pero normalmente quienes utilizan este tipo de accesorios suelen buscar:
Generar morbo en los juegos de sometimiento y dominación.
Crear un ambiente fetichista propicio para el desarrollo de esas prácticas.
Limitar o anular el sentido de la vista (a veces también el habla) para obligar a sus parejas a agudizar el resto de sentidos.
Desinhibirse en el sexo con la posibilidad de adoptar una nueva identidad.
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