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Bondage y Ataduras: En la sección de bondage hemos querido hacer una selección de productos que buscan la intención de atar y ser atado de todo nuestros catálogo. Agarres y todo lo necesario para que a nuestros juegos de servidumbre no les falte nada y hagan de nuestras relaciones unos momentos muy intensos. Tenemos desde látigos hasta numerosos columpios que no te puedes perder. No te olvides de revisar nuestra sección de esposas eróticas para completar tu pedido.
Tipos de artículos BDSM:
La privación sensorial y la limitación del movimiento son la base del bondage. Ya sea en su modalidad extrema como en los juegos de dominación un poco más inocentes, para realizar bien estas prácticas necesitarás una serie de accesorios que te faciliten la ejecución de estos juegos con seguridad.
El sexo sin ataduras tiene algunas excepciones y una de ellas es el bondage. Contrario a lo que pueda parecer, la posibilidad de someter o ser sometidos por nuestra pareja durante el acto sexual es la máxima expresión de confianza y respeto en una relación.
Si tienes curiosidad por saber qué se siente al entregarte a las fantasías de otra persona o si quieres experimentar desde una posición dominante, aquí tienes algunas recomendaciones para que la vivencia te resulte excitante. También te recomendamos hacerte con algún kit bdsm que puede aportar muchas ideas para aquellos que quieren adentrarse en el mundo de la dominación sexual.
Comunicación y confianza: asegúrate de que la persona o personas con las que practiques estos juegos comparten y entienden sus reglas. Antes de empezar sería conveniente comentar cuáles son las preferencias de cada uno para que nadie se sienta incómodo.
¿Activo o pasivo?: define el rol que vas a adoptar y los límites del juego. Es imprescindible elegir una palabra clave para utilizarla como comodín en caso de que la situación no te resulte agradable. Puedes intercambiar los roles con tu pareja para saber cómo es la excitación desde la otra perspectiva.
Utiliza material de calidad: las correas, sogas, esposas y cualquier otro accesorio que utilices en tus sesiones de bondage deben cumplir con todas las garantías de seguridad. En diversual.com tienes acceso a un catálogo de juguetes que aseguran tu comodidad y protección sin que eso comprometa el erotismo.
Como en cualquier otro arte amatorio, el bondage requiere de práctica y entrega. La particularidad de esta disciplina es que también necesitarás una serie de accesorios básicos para poder entrenarte:
Esposas: las más flexibles son las de tela que se ajustan mediante correas de velcro. Las esposas metálicas con forro de terciopelo facilitan una sujeción más rígida sin que tengas molestias en las muñecas o tobillos. Si quieres experimentar con algo más extremo, apuesta por las esposas metálicas clásicas.
Correas y collares: pueden ser de tela o metálicos, según tus preferencias. Ambos cumplen el mismo cometido: convertirte en un esclavo del placer.
Cuerdas y sogas: ten en cuenta que para atar un cuerpo completo necesitarás al menos 20 metros de cuerda. Lo más habitual es inmovilizar el cuerpo por secciones, utilizando pedazos de soga más pequeños o trozos de tela. Recuerda que bajo ningún concepto debes utilizar estos materiales alrededor del cuello.
Dominador y sumiso. Son las dos claves de cualquier sesión de bondage. Partiendo de estos dos papeles puedes interpretar todos los guiones eróticos que se te vengan a la mente.
En los juegos de bondage, tanto si se trata de un juego en pareja como de un encuentro erótico con más personas, siempre han dos bandos. Por un lado está la persona que domina, la que toma las riendas del momento y la que decide lo que se hace y lo que no se hace.
Por otro lado está la persona sometida. Al tratarse de una relación sexual de esclavitud, esta persona está obligada a cumplir con los deseos de la parte dominante. No importa que se resista, ya que el dominador tiene sus propias herramientas para salirse con la suya.
¿Cuáles son las principales prácticas dentro de los juegos de bondage?
La situación de dominación/sumisión se puede manifestar de formas diferentes. En una sesión de bondage se suelen combinar diferentes técnicas de sometimiento:
Consiste en realizar una serie de ataduras con cintas o cuerdas especialmente diseñadas para este fin. Están fabricadas en materiales seguros con acabados suaves para no causar daño en la piel. Además, permiten la realización de nudos que, llegado el momento, el dominador podrá liberar sin hacer demasiado esfuerzo.
Los juegos de bondage se vuelven mucho más interesantes cuando la persona sometida no sabe qué es lo que va a suceder. Una buena forma de conseguirlo es cubriéndole los ojos. También la persona dominadora puede emplear capuchas o antifaces. En estos casos, son elementos para cubrir el rostro o la cabeza, pero no los ojos. Su finalidad es la de intimidar a la persona sometida.
La relación entre la persona que domina y la sumisa no deja de ser una relación de poder. Este poder se puede manifestar con diferentes niveles de intensidad que deben ser consensuados entre los participantes antes de iniciar el juego. A menudo los amos someten a los esclavos mediante estímulos que están en el límite entre el dolor y el placer. Para ello se emplean accesorios como mordazas, collares con cadenas o pinzas para pezones.
El juego bondage admite infinidad de variaciones. Para cada una de ella tienes su accesorio correspondiente. Si quieres tener una colección de artículos bondage lo suficientemente completa, presta atención a las principales opciones que existen en el mercado y a si cumplen con tus expectativas de juego.
Los principales accesorios y ataduras bondage se pueden clasificar en los siguientes grupos:
Es el artículo más básico de todos. El bondage implica ataduras y las ataduras requieren de cuerdas. Sin embargo, presta mucha atención a estos artículos porque no todas las cuerdas de bondage son iguales. Las hay de materiales sintéticos y de materiales naturales, más o menos resistentes y con texturas y acabados diferentes.
La elección de un tipo de cuerda de sometimiento depende mucho de la experiencia de cada usuario y del tipo de nudo que quieras practicar. También en este último punto influye de manera decisiva la longitud de la cuerda. Y es que tienes sogas para bondage desde los 40 cm para nudos simples hasta cuerdas de varios metros para ataduras realmente complejas y por todo el cuerpo.
No son un tipo de cuerda, pero sí que sirven para tener a tu pareja bien atada. Un collar bondage tampoco es exactamente un complemento de bisutería, ya que tiene un papel activo en ellos juegos de sometimiento.
Los collares se suelen adaptar al diámetro del cuello o bien mediante cierre de velcro o bien mediante cierres de hebilla. De este modo, resultan complemento totalmente seguros.
Pueden estar fabricados en materiales naturales como el cuero o en materiales sintéticos como el cuero vegano. Lo más cómodo para el usuario es que lleve algún tipo de forro interior que evite las rozaduras. Por eso es bastante habitual que la cara interna del collar esté acolchada, aunque es un aspecto que dependerá de la intensidad del juego que quieras practicar.
Son el complemento perfecto a los collares BDSM. Las cadenas metálicas también forman parte de los juegos de sometimiento y se pueden acoplar muy bien a los collares, que por lo general van provistos de una anilla para tal fin.
El éxito de una cadena BDSM está en un sistema de enganche fácil y en un diseño y fabricación resistentes. La mayoría de las cadenas para los juegos de sumisión/dominación están fabricadas en metales libres de níquel que resisten a todo tipo de tirones.
Son un complemento indispensable cuando quieres practicar ataduras en posiciones muy específicas. Estos accesorios, provistos de varios extremos acabados con anillas, te permiten ajustar cuerdas o cadenas provenientes de diferentes partes del cuerpo para mantener a la persona sometida en una posición concreta, normalmente la del cerdito, con las muñecas y los tobillos atados y dependientes de un mismo punto de unión.
Ese punto de unión es el hogtie, piezas de gran resistencia que aguantarán los tirones de cualquier dirección.
Cuando no tienes mucha experiencia en la realización de nudos de bondage, una cinta adhesiva puede ser una solución muy práctica. Para emplear este producto no necesitas complicarte mucho las cosas ya que solo tienes que obtener una tira con las medidas adecuadas y utilizarla en muñecas o tobillos del mismo modo que si usaras una cuerda, pero sin nudos.
Estas cintas para bondage son muy cómodas y nada dolorosas (a menos que se topen con una gran cantidad de pelo). Llevan un adhesivo lo suficientemente resistente como para garantizar la inmovilidad de las extremidades, pero a la vez es un material amable con la piel. Las puedes encontrar en varios colores, lo que puede darles un toque original a tus sesiones.
No son dispositivos para controlar o limitar los movimientos de la persona sometida, pero sí para restringir sus capacidades. Las mordazas BDSM impiden el habla, por lo que quien la lleva puesta únicamente puede emitir sonidos y gemidos ininteligibles. Con ellas queda patente que su opinión sobre lo que sucede en la sesión BDSM es totalmente prescindible.
Las mordazas para el BDSM se pueden presentar con diseños muy diferentes: anillas, bolas, tiras para morder? El único aspecto en común es que todas tienen que resultar seguras.
Ninguna mordaza BDSM supone un problema a la hora de respirar. Todas están provistas de los orificios o medios necesarios para que el aire circule perfectamente. También llevan cintas ajustables u otro sistema de sujeción para adaptarse perfectamente al contorno de la cabeza.
Es la mejor opción para tener a mano un poco de todo. Con esta selección de artículos para el bondage no tendrás que preocuparte de estar haciendo compras independientes y lo tendrás todo listo para cada sesión.
Los sets de bondage incluyen todo tipo de artículos: desde látigos y azotadores hasta mordazas, ataduras y cualquier otro artículo que sirva para someter a la otra persona de manera eficiente y segura.
Junto a las mordazas, son otro elemento clave en la cabeza de la persona sometida. Una máscara de esclavitud se diferencia de una máscara común o de un antifaz en que cubre toda la cabeza. Únicamente quedan al descubierto los ojos y, en ocasiones, la boca. Siempre habrá un sistema que garantice la ventilación o la respiración, ya sea mediante orificios grandes o pequeños.
Por otro lado están los antifaces o vendas para los ojos, que no cubren todo el rostro, solo la mirada. Resultan menos agresivos para el usuario y son los más recomendados para quienes no tienen demasiada experiencia en juguetes BDSM. En ambos casos, el objetivo de máscaras y antifaces es lograr que la persona sometida no vea nada de lo que está sucediendo para que el factor sorpresa también sea parte del juego.
El arnés es otra solución para la limitación de los movimientos, aunque a veces también se emplea como elemento de vestuario sin ninguna otra finalidad más que la de crear el ambiente adecuado mediante el outfit idóneo.
Los arneses pueden ser solo de cintura para abajo o de cuerpo entero. Se componen de un conjunto de tiras alrededor del cuerpo, con cierres de tipo hebilla u otros sistemas de sujeción. Se le pueden acoplar cadenas, correas y ganchos.
Antes de empezar con cualquier práctica de ataduras y bondage, es importante que haya comunicación en la pareja para que sea una práctica consensuada. Si ambas partes estáis de acuerdo y queréis disfrutar de las ataduras, hay diferentes tipos de nudos con los que podéis experimentar para inmovilizar las muñecas, los brazos, los tobillos... Desde nudos simples para atar al cabecero de la cama, hasta nudos más elaborados. Si necesitas inspiración, te recomendamos empezar por estos 5 nudos bondage para principiantes.
Debes de tener en cuenta que, si te atas a ti mismx, también debes de ser capaz de desatarte o de tener unas tijeras a mano en caso de que no puedas deshacer el nudo. La seguridad es lo primero, y en la práctica del bondage y las ataduras esta máxima es mucho más importante ya que si no puedes encontrarte en una situación indeseado estando solx. Dicho esto, y tomando las medidas de seguridad adecuadas, puedes adaptar algunos de los nudos que te mostramos en nuestra guía de nudos bondage para principiantes, como el nudo espiral, el nudo mariposa...
La privación sensorial y la limitación del movimiento son la base del bondage. Ya sea en su modalidad extrema como en los juegos de dominación un poco más inocentes, para realizar bien estas prácticas necesitarás una serie de accesorios que te faciliten la ejecución de estos juegos con seguridad.
El sexo sin ataduras tiene algunas excepciones y una de ellas es el bondage. Contrario a lo que pueda parecer, la posibilidad de someter o ser sometidos por nuestra pareja durante el acto sexual es la máxima expresión de confianza y respeto en una relación.
Si tienes curiosidad por saber qué se siente al entregarte a las fantasías de otra persona o si quieres experimentar desde una posición dominante, aquí tienes algunas recomendaciones para que la vivencia te resulte excitante. También te recomendamos hacerte con algún kit bdsm que puede aportar muchas ideas para aquellos que quieren adentrarse en el mundo de la dominación sexual.
Comunicación y confianza: asegúrate de que la persona o personas con las que practiques estos juegos comparten y entienden sus reglas. Antes de empezar sería conveniente comentar cuáles son las preferencias de cada uno para que nadie se sienta incómodo.
¿Activo o pasivo?: define el rol que vas a adoptar y los límites del juego. Es imprescindible elegir una palabra clave para utilizarla como comodín en caso de que la situación no te resulte agradable. Puedes intercambiar los roles con tu pareja para saber cómo es la excitación desde la otra perspectiva.
Utiliza material de calidad: las correas, sogas, esposas y cualquier otro accesorio que utilices en tus sesiones de bondage deben cumplir con todas las garantías de seguridad. En diversual.com tienes acceso a un catálogo de juguetes que aseguran tu comodidad y protección sin que eso comprometa el erotismo.
Como en cualquier otro arte amatorio, el bondage requiere de práctica y entrega. La particularidad de esta disciplina es que también necesitarás una serie de accesorios básicos para poder entrenarte:
Esposas: las más flexibles son las de tela que se ajustan mediante correas de velcro. Las esposas metálicas con forro de terciopelo facilitan una sujeción más rígida sin que tengas molestias en las muñecas o tobillos. Si quieres experimentar con algo más extremo, apuesta por las esposas metálicas clásicas.
Correas y collares: pueden ser de tela o metálicos, según tus preferencias. Ambos cumplen el mismo cometido: convertirte en un esclavo del placer.
Cuerdas y sogas: ten en cuenta que para atar un cuerpo completo necesitarás al menos 20 metros de cuerda. Lo más habitual es inmovilizar el cuerpo por secciones, utilizando pedazos de soga más pequeños o trozos de tela. Recuerda que bajo ningún concepto debes utilizar estos materiales alrededor del cuello.
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