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Dentro de los juegos BDSM nos encontramos con las pinzas para pezones, usados en la mayoría de los casos por mujeres, porque suelen tener más sensibilidad en esa zona, pero que sirven para ambos sexos. Estimular la zona de los pechos con unas pinzas es un placer que junta la estimulación y, en algunos casos, un poco de dolor. Existe una gran gama de posibilidades en este tipo de productos, tanto en materiales, en los que destacan las pinzas metálicas pero no siempre es así, y determinadas funciones, como por ejemplo la vibración. Son muy destacables las pinzas para pezones vibradoras donde además de la presión se disfruta de unas placenteras vibraciones.
Tipos de artículos BDSM:
Las pinzas para pezón son un tipo de accesorio erótico fundamentalmente femenino, ya que son ellas las que tienen una mayor sensibilidad en esta zona de su cuerpo y por lo tanto existe más predisposición a sentir placer. Precisamente para eso están las pinzas metálicas para pezones, para incrementar la sensibilidad de este punto tan particular de tu anatomía y permitirte sentir las caricias de otra manera.
Además no hay que obviar que ese puntito fetish tiene mucho de excitante. Si es cierto eso de que una imagen vale más que mil palabras, con las pinzas para pezones lo dices todo. Sólo una mujer decidida y sin complejos se atreve con un tipo de complemento erótico tan satisfactorio desde el punto de vista de sus efectos como visualmente atractivo.
¿En qué consiste exactamente este tipo de estimulación para pezones? Es tan sencillo como generar una ligera presión sobre el pezón a través de una pinza de intensidad regulable. Suelen ser accesorios fabricados en metal y recubiertos por una superficie de silicona para que el contacto con la piel sea más agradable.
La regulación de presión es muy recomendable para que tengas la opción de decidir cuánta tensión puedes soportar. A veces ese factor se regula mediante unas sencillas abrazaderas y otras utilizando cadenas que unen ambas pezoneras y que tienen diferente peso.
Empecemos por lo que sabemos que más te preocupa: no, no duelen. Ni las pinzas convencionales ni las pinzas para pezones con vibración son elementos de tortura sino de placer. Es cierto que su uso está asociado a las prácticas fetish y a los juegos de dominación y sometimiento, pero las puedes utilizar en cualquier momento, incluso en solitario.
Con o sin vibración su modo de empleo es el mismo: tan sencillo como abrirlas y colocarlas en los pezones para que sientas su pellizco. Hay diferentes formatos: pinzas de clip, de tipo arandela, en forma de lacito de silicona… Todas, al fin y al cabo, se utilizan igual y tienen el mismo propósito: concentrar la sangre en los pezones para aumentar su sensibilidad. De manera que el secreto de su éxito está en que averigües el grado de presión que puedes soportar y determines en qué momento del juego van a resultarte más estimulantes sus movimientos, en el caso de que sean pinzas vibradoras para pezones.
Es hora de dar el salto hacia ese nuevo espacio de placer y pasar de la teoría a la práctica con un juguete que no dejará de sorprenderte en cada uso.
Las pinzas sexuales son un tipo de pinzas pensadas para utilizar en zonas especialmente sensibles, como los pezones, el clítoris... Existen una gran variedad de este tipo de pinzas, con y sin vibración, que normalmente te ofrecen la posibilidad de regular la presión que ejercen sobre el punto en el que usas la pinza, para que se adapte a lo que necesitas en cada momento.
Los pezones son una zona muy sensible de la anatomía. Si vas a utilizar pinzas para pezones, te recomendamos que los estimules ligeramente para que se endurezcan antes de colocar la pinza, y sobre todo que te asegures de empezar de menos presión a más conforme vayas acostumbrándote a las sensaciones.
Cuando te inicias en el universo BDSM, tarde o temprano acabas pasando por la fase de las pinzas para pezones. Estos pequeños accesorios con capaces de generar una intensa presión en una de las zonas más sensibles del cuerpo, provocando sensaciones muy estimulantes que están al límite entre el dolor y el placer.
Unas pinzas de pezones pueden parecer complementos de BDSM muy básicos, pero basta con analizar la cantidad de usos que puedes hacer de ellas para darte cuenta del enorme partido que le puedes sacar en tus encuentros sexuales más intensos.
Ya desde la primera toma de contacto puedes emplear las pinzas de pezones para ir creando el ambiente adecuado. Piensa que este tipo de artículos tan común en el BDSM, también se puede adaptar con facilidad prácticamente a cualquier juego que te propongas, entre ellos, los preliminares.
Con independencia de cuáles sean tus preferencias sexuales, puedes usar las pinzas para pezones de manera puntual en tus juegos de calentamiento previo para experimentar con sensaciones que no son tan comunes en las prácticas de sexo más tradicionales. Además son un estupendo modo de que los pezones recuperen el protagonismo durante los encuentros sexuales.
Aunque ya hemos dicho que las pinzas para pezones no son artículos básicos para sadomasoquistas, lo cierto es que están muy presentes en la escena BDSM. Este tipo de juegos que implican cierto grado de dolor son muy comunes en esta vertiente del sexo.
Utiliza las pinzas para pezones solo por el placer de ver cómo esa presión hace que la persona sumisa experimente algo de dolor. O empléalas en tus propios pezones para saber qué es lo que se siente cuando una de estas abrazaderas presiona tus pezones con el nivel de intensidad que estás dispuesto a soportar.
No todas las escenas BDSM son iguales. Siempre puedes añadir variables que refuercen el rol de cada uno de los participantes, y las pinzas para pezones te ayudan a conseguirlo.
Lo habitual es que este tipo de accesorios sean parte del vestuario de las personas sometidas. Al fin y al cabo, son estas las que desean experimentar cierto dolor durante el encuentro sexual y están dispuestas a satisfacer a sus parejas de esta manera.
Las pinzas para pezones forman parte de la esclavitud. Además, la persona dominante tiene diferentes maneras de acentuar este papel. Puedes incluir cadenas y pesos que incrementen la presión y la intensidad de los juegos para hacerlos más dolorosamente estimulantes.
Si quieres empezar a familiarizarte con las pinzas para pezones, no esperes a por una puesta en escena perfecta. Puedes empezar a experimentar con las sensaciones que provocan este tipo de artículo en la soledad de tu dormitorio.
Combina el uso de las pinzas para pezones con el de otros artículos para el placer individual. Es la mejor manera de conocer tu cuerpo y sus límites.
Cuando usas las pinzas para pezones durante la masturbación, sientes que tienes el control. Puedes decidir cuánto ponértelas o quitártelas, o si deseas apretar más o menos para que el pellizco se sienta con diferentes niveles de intensidad.
Obtener un nivel de presión óptimo sobre los pezones con artículos que sean 100 % seguros no es tarea sencilla. No solo porque el dolor sea una sensación muy particular y porque sea necesario establecer bien unos límites, sino porque cada experiencia es diferente y en todas ellas hay que garantizar la máxima seguridad.
En el mercado del BDSM existen modelos de pinzas para pezones adaptados al nivel de experiencia y a las expectativas de los usuarios. Básicamente se dividen en estas categorías:
Son las pinzas de diseño más complejas. Las abrazaderas tienen forma de mariposa y un sistema de presión especial que hace que tengan un diseño más estrecho en la parte inferior y con líneas convexas en la zona del agarre. Son pinzas que ejercen bastante presión y se recomiendan sobre todo para amantes expertos. Además, suelen incluir algún tipo de enganche que permite el acoplamiento de cadenas o pesos.
Es un modelo muy común y versátil, apto para todo tipo de usuarios y que ofrece un buen nivel de comodidad y protección. Los extremos de las abrazaderas normalmente llevan un recubrimiento de goma que facilita el agarre y proporciona un taco mucho más suave. Incluyen un sistema realmente sencillo para la regulación de la presión que ejercen.
Se denominan así porque las abrazaderas llevan un recubrimiento interior con púas de goma. Es un tipo de pinzas para pezones reservado a un usuario muy específico, acostumbrado a resistir pellizcos de gran intensidad. No se recomiendan estas pinzas para pezones a personas que no tengan experiencia en BDSM o que sean muy sensibles al dolor.
A diferencia del resto de pinzas para pezones, este tipo de productos se caracteriza porque abarca una zona de presión mucho más amplia. Como su nombre indica, las pinzas para el pecho están diseñadas para ejercer presión sobre toda la mama, no solo sobre el pezón. Abarcan todo el arco del seno y limitan la circulación sanguínea, por lo que el pecho se hincha y se endurece. No es conveniente utilizarlas durante largos períodos de tiempo.
Están recomendadas para su uso en los pezones aunque, realmente, tienen un diseño que las hace aptas para cualquier otra parte del cuerpo, entre ellas el clítoris y o el glande. El extremo superior de estas pinzas, generalmente fabricadas en metal, tiene forma de Y. A través de una anilla de sujeción puedes adaptar el nivel de presión que ejercen.
Las sesiones eróticas que incluyen el uso de pinzas para pezones provocan sensaciones muy intensas que no todos los usuarios son capaces de soportar. Hace falta un poco de práctica y de resistencia para aprender a sacarle partido a este tipo de accesorios BDSM pero, una vez que te acostumbras a ellas, todo va sobre ruedas.
El secreto del éxito en el uso de unas pinzas para pezones está en hacer la elección adecuada, aquella que se adapte no solo a tus expectativas sino a tu capacidad para resistir su agarre. Precisamente por este motivo, no todas las pinzas para pezones son iguales.
En este listado te explicamos las principales características de estos complementos para las sesiones BDSM y qué puedes esperar de cada uno de ellos. Así podrás hacer tu compra en función de lo que te resulte más conveniente.
Las pinzas para pezones pueden estar fabricadas en diferentes tipos de materiales. Esto influye en el agarre, en la presión y en la comodidad durante su uso.
Las pinzas más resistentes son las que tienen un cuerpo fabricado en metal. Pero esto no quiere decir que toda la superficie tenga que ser de este material.
Te recomendamos las pinzas con abrazaderas forradas de goma o silicona si estás iniciándote en el universo BDSM y no quieres sufrir molestias. Son una opción muy práctica porque ofrecen un tacto mucho más suave que las pinzas de pezones con cabezal de metal, más orientadas al uso experto.
Un paso por debajo de las pinzas con cuerpo de metal están las pinzas de ABS. También es un material duro y resistente, pero su vida útil dependerá mucho de la frecuencia con la que utilices estas pinzas.
Salvo que seas todo un experto en técnicas BDSM y tengas mucha práctica en el uso de los artículos más habituales en este tipo de prácticas, te recomendamos que recurras a las pinzas de pezones ajustables. Con ellas tienes mucho más margen a la hora de experimentar nuevas sensaciones ya que puedes adaptarlas mejor a tus necesidades sin superar tu umbral de dolor.
Los modelos de pinzas de pezones ajustables vienen provistos de un sistema de apertura y cierre de la abrazadera que te permite fijarla en un punto concreto. De este modo, puedes aumentar o reducir la presión de su pellizco según las necesidades de cada momento.
El diseño más práctico y accesible es el que viene provisto de un tornillo lateral. Basta con girarlo hacia un lado u otro para incrementar o reducir la presión que genera la pinza en el pezón.
Aparte de intensidad en el agarre, hay pinzas para pezones que permiten incrementar la estimulación mediante el empleo de vibraciones. Las pinzas de pezones vibradoras llevan acopladas una bala de movimiento que puedes accionar cuando lo consideres oportuno para que sus contoneos añadan placer a la experiencia.
Las balas de movimiento de unas pinzas con vibración para los pezones pueden o no ser extraíbles. En cualquier caso, suelen ser de tamaño bastante compacto para garantizar una buena sujeción de la pinza al pezón durante su uso.
Si no te conformas con lo más básico y las vibraciones se te quedan un poco cortas, siempre puedes pasar a otras opciones todavía más intensas: las pinzas para pezones con ganchos.
Compra estas pinzas si ya has alcanzado el nivel top en el uso de dispositivos estimuladores para los pezones y continúa avanzando en la búsqueda de placer. La particularidad de estas pinzas es que están provistas de ganchos y otros dispositivos en los que puedes acoplar cadenas y pesos.
Al utilizar estos accesorios en las pinzas para pezones consigues un efecto inmediato de mayor tirantez. Al igual que sucede con la presión del cierre, puedes controlar la intensidad de la tirantez de las pinzas para pezones añadiendo o quitando accesorios.
Los pezones son zonas muy sensibles de cuerpo, especialmente en las chicas. Sin embargo, suelen quedarse un poco en segundo plano durante las relaciones íntimas. Las pinzas para pezones hacen que estas áreas erógenas recuperen su protagonismo durante los encuentros sexuales, pero hay que saber usarlas.
Aunque parece que el sistema es bastante sencillo, una mala manipulación de las pinzas para pezones puede generar molestias, y no precisamente las que están destinadas a dar placer. Y es que, aunque el objetivo de las pinzas para pezones sea llevar la experiencia erótica hasta esta frontera difusa entre el dolor y el placer, hay que tener bien claro dónde están los límites y qué puedes hacer realmente con este tipo de artículos de estimulación.
Para que no te hagas un lío cuando llegue el momento de la verdad, hemos creado esta breve guía en la que te explicamos todos los pasos a seguir para hacer un uso adecuado de las pinzas para los pezones y aprovechar todo el potencial de estos pequeños artículos BDSM.
Para utilizar unas pinzas para los pezones hace falta un poco de estimulación previa. El pezón tiene que estar algo rígido si quieres que la pinza se ajuste bien y no se caiga de posición. No trates de colocar las pinzas nada más empezar el juego. Empieza con caricias, lametones y otro tipo de estímulos hasta que tu pareja esté preparada para la colocación de las pinzas.
Mantén siempre una buena comunicación. De entrada, las pinzas para pezones no resultan algo del todo agradable. Es una sensación intensa a la que hay que ir acostumbrándose. Hablar con tu pareja durante la colocación de estos dispositivos te permitirá tener un mayor conocimiento de las sensaciones que está experimentando y de cómo puede ir avanzando la sesión. Hay que establecer una relación de confianza para que el uso de pinzas para pezones se sienta seguro. También es un buen momento para acordar una palabra clave con la que poner fin al juego en caso de que sea necesario.
¿Es la primera vez que usáis pinzas para pezones en vuestras relaciones íntimas? Será mejor que conozcáis bien el producto. Una buena forma de entender el funcionamiento, la textura y la intensidad de las pinzas para pezones es utilizarlas en el dedo meñique de la mano. No es una zona tan sensible como los pezones, pero sin duda os dará una visión aproximada de lo que podéis experimentar con el uso de este tipo de artículos.
Cuando ya estéis preparados para pasar a la acción, toca colocar las pinzas. Es un error muy de principiantes colocar las abrazaderas demasiado cerca del extremo del pezón. Este tipo de ajuste no resulta para nada conveniente ya que, aunque dejes la pinza bastante apretada, hay más riesgo de que acabe saliéndose por la parte delantera. Además, cuando la pinza para pezones no está en la posición adecuada puede resultar mucho más molesta e incluso causar algún daño en la piel si no lleva recubrimiento de silicona.
Para obtener un buen sellado entre las abrazaderas con forro de goma y el pezón, puedes lubricar ligeramente la zona. Esto también hará que se sienta mucho más fresca y suave. En cualquier caso, no te excedas en el empleo de lubricante para colocar las pinzas para pezones o podría acabar generando el efecto contrario.
Cuando ya hayas enganchado las pinzas a los pezones, tira de ellas ligeramente hacia la parte posterior para acercarlas un poco más al pecho. Como ya hemos comentado, es la zona más segura para evitar el desplazamiento inadecuado de la pinza durante su uso.
¡Empieza el juego! Ha llegado el momento de que disfrutes de todas las posibilidades de tus pinzas para pezones: ajustar la presión del pellizco, ponerlas en movimiento, colgarles pesos y cadenas? Existen muchos modelos de pinzas para pezones en el mercado y cada uno de ellos te sorprenderá con un modo de empleo particular.
¿Has terminado de usar tus pinzas para pezones? Ahora llega otra parte importante del juego: la retirada de estos accesorios. Al igual que para la colocación, existen algunos trucos que te facilitarán mucho la operación para que sea lo más rápido e indolora posible.
Límpiate bien las manos si has estado utilizando lubricantes. No querrás que tengan un tacto resbaladizo que podría hacer que las pinzas se te escaparan de entre los dedos.
Coloca una mano sobre el pecho, alrededor de la pinza, para obtener una mayor estabilidad. Con la otra mano (la dominante) presiona el otro extremo de la abrazadera para que se abra.
Solo cuando la pinza superior de la abrazadera deje de estar en contacto con el pezón, extrae la pinza desplazándola hacia arriba. Extrae la abrazadera con un único movimiento. Si vuelves a dejar que la pinza sobre el pezón se cierre, generarás una molestia innecesaria.
Recuerda que incluso con piercings u otras joyas en los pezones puedes emplear sin problemas estas pinzas. Únicamente debes tener un poco más de paciencia al colocarlas y al quitarlas, pero no hace falta que extraigas el piercing para su uso.
En cualquier caso, ten en cuenta que, por motivos de seguridad y salud, no conviene emplear las pinzas para pezones durante más de 10-15 minutos seguidos, con independencia de la intensidad del agarre.
Disfruta plenamente de tus pinzas para pezones realizándoles una buena limpieza después de cada uso. La limpieza es un proceso muy sencillo que apenas te llevará tiempo y con la que conseguirás prolongar la vida útil de tus juguetes y garantizar un uso seguro.
La mayoría de las pinzas para pezones se pueden limpiar simplemente con agua tibia y jabón neutro. Las abrazaderas, con o sin recubrimiento de silicona, están fabricadas en materiales que resisten al agua y que no se oxidan.
Para un nivel de higiene superior, puedes emplear cualquier producto para la limpieza de juguetes eróticos.
Las pinzas para pezón son un tipo de accesorio erótico fundamentalmente femenino, ya que son ellas las que tienen una mayor sensibilidad en esta zona de su cuerpo y por lo tanto existe más predisposición a sentir placer. Precisamente para eso están las pinzas metálicas para pezones, para incrementar la sensibilidad de este punto tan particular de tu anatomía y permitirte sentir las caricias de otra manera.
Además no hay que obviar que ese puntito fetish tiene mucho de excitante. Si es cierto eso de que una imagen vale más que mil palabras, con las pinzas para pezones lo dices todo. Sólo una mujer decidida y sin complejos se atreve con un tipo de complemento erótico tan satisfactorio desde el punto de vista de sus efectos como visualmente atractivo.
¿En qué consiste exactamente este tipo de estimulación para pezones? Es tan sencillo como generar una ligera presión sobre el pezón a través de una pinza de intensidad regulable. Suelen ser accesorios fabricados en metal y recubiertos por una superficie de silicona para que el contacto con la piel sea más agradable.
La regulación de presión es muy recomendable para que tengas la opción de decidir cuánta tensión puedes soportar. A veces ese factor se regula mediante unas sencillas abrazaderas y otras utilizando cadenas que unen ambas pezoneras y que tienen diferente peso.
Empecemos por lo que sabemos que más te preocupa: no, no duelen. Ni las pinzas convencionales ni las pinzas para pezones con vibración son elementos de tortura sino de placer. Es cierto que su uso está asociado a las prácticas fetish y a los juegos de dominación y sometimiento, pero las puedes utilizar en cualquier momento, incluso en solitario.
Con o sin vibración su modo de empleo es el mismo: tan sencillo como abrirlas y colocarlas en los pezones para que sientas su pellizco. Hay diferentes formatos: pinzas de clip, de tipo arandela, en forma de lacito de silicona… Todas, al fin y al cabo, se utilizan igual y tienen el mismo propósito: concentrar la sangre en los pezones para aumentar su sensibilidad. De manera que el secreto de su éxito está en que averigües el grado de presión que puedes soportar y determines en qué momento del juego van a resultarte más estimulantes sus movimientos, en el caso de que sean pinzas vibradoras para pezones.
Es hora de dar el salto hacia ese nuevo espacio de placer y pasar de la teoría a la práctica con un juguete que no dejará de sorprenderte en cada uso.
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