Línea BDSM Categorías
Las máquinas sexuales consiguen que la masturbación alcance un nivel superior. Se trata de aparatos que saben combinar a la perfección las cualidades idóneas para disfrutar: realismo, tamaño, velocidad y textura. El punto fuerte de las sex machines es el movimiento realista que producen.
Tipos de artículos BDSM:
Si bien en los últimos años el mercado de estos dispositivos de placer se ha ampliado mucho gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías, lo cierto es que si tuviéramos que hacer una clasificación acerca del tipo de máquinas de sexo básicamente se podrían reducir a estos dos modelos de juguetes:
Máquinas para sexo portátiles: aunque se trata de juguetes BDSM de masturbación de un tamaño considerablemente superior al de los accesorios tradicionales, estas máquinas de sexo se pueden montar y desmontar con facilidad y guardar con todos sus accesorios en cómodos bolsos para su transporte de un modo muy discreto.
Máquinas para sexo fijas: son aparatos de mayores dimensiones y gran potencia que debido a sus características particulares habitualmente están diseñados en cajas de cierto peso o como dispositivos atornillables a alguna superficie para asegurar que se quedan fijos durante su uso.
En el ámbito de los juguetes eróticos las sex machines son probablemente uno de los artículos más llamativos. Por su diseño, por sus prestaciones y por la gran variedad de artículos y formas existentes para disfrutar de la masturbación, este tipo de dispositivos constituye una categoría muy especial en el mercado del placer.
Por su particular morfología, un amplio porcentaje de estos dispositivos está pensado para el placer femenino, aunque en el catálogo de juguetes de esta web también encontrarás artículos destinados a la masturbación del hombre.
De modo general y salvando las particularidades de cada uno de estos originales juguetes, podría decirse que una máquina de sexo se compone de dos partes:
La maquinaria: es la máquina de masturbación propiamente dicha. El dispositivo que hará que todo se ponga en funcionamiento. Puede tener forma de caja de mayores o menores dimensiones o ser sencillamente un aparato en el que queden al descubierto todos los elementos que hacen funcionar la sex machine.
Los accesorios: en algún punto de la máquina para el sexo existe un pistón que se conecta al resto del engranaje y en el que van acoplados los diferentes accesorios para su uso. Dildos realistas de diferentes tamaños y texturas, estimuladores anales y vaginales, vibradores y el resto de artículos destinados a la penetración.
Todo esto se controla o bien desde un interruptor ubicado en la base de la máquina de placer o a través de un mando a distancia (en los sistemas más modernos) desde el que se puede regular además la velocidad de las penetraciones de tal manera que puedes alcanzar el orgasmo al ritmo que más placentero te resulte.
La masturbación alcanza otro nivel con las máquinas de sexo. Dispositivos que combinan aspectos tan fundamentales para la obtención de placer como son la textura, el realismo y por supuesto, el movimiento.
Y es que uno de los aspectos fundamentales de las sex machines es su capacidad de estimular al usuario a través de movimientos de penetración extremadamente parecidos al sexo real. Para ello emplea complejos sistemas de rotación y empuje que combinados con el acople de dildos y vibradores proporcionan una experiencia masturbatoria de lo más completa.
Placer automático y sin esfuerzo. Las máquinas sexuales son prácticamente autónomas y solo necesitas intervenir mínimamente para obtener el tipo de estimulación que deseas. Otra de las ventajas es que no tienes que sujetar nada, por lo que las manos se quedan libres para que las emplees allí donde más te interese. Estas dos particularidades hacen que las máquinas sexuales sean especialmente recomendables para quienes desean disfrutar de su vida sexual en solitario y con toda la intensidad del sexo real.
Las máquinas sexuales son juguetes BDSM unisex. En ocasiones tienen un diseño fijo, pero la mayoría de las veces puedes adaptarlas para el uso femenino o masculino. La parte fija del aparato suele ofrecer la posibilidad de acoplar dildos, plugs y otros juguetes para la penetración o para ser penetrados.
El objetivo de todas estas modificaciones es conseguir que el artilugio se parezca lo máximo posible al sexo de verdad. Por eso no solo se emplean accesorios de materiales muy realistas, sino que se ponen en movimiento. Y aquí viene la parte más divertida para quienes buscan una experiencia de realidad extrema.
El movimiento típico de una máquina sexual es el del impulso. Esto quiere decir que las máquinas realizan un movimiento de atrás hacia adelante con al menos 300 impulsos por minuto. Al contrario de lo que sucede con otros juguetes sexuales, el movimiento de las máquinas sexuales es continuo, capaz de poner al límite tu resistencia.
Pero no tendrás problema en adaptarlo a tus necesidades de cada momento. Mediante un mando a distancia o mediante los propios controles integrados en el accesorio podrás escoger la frecuencia y la intensidad más adecuadas para ti o para tu pareja. Y es que, aunque sea genial como juego en solitario, una máquina sexual también ofrece grandes posibilidades durante los juegos en pareja.
Este puede ser uno de los usos más excitantes, el que tiene tintes de voyerismo. Te encantará ver cómo tu pareja se excita con los movimientos de la máquina sexual y alcanza el orgasmo bajo tu atenta mirada.
En cierto modo, el uso de una máquina sexual en pareja es bastante parecido a un trío sexual. Siempre habrá uno de los dos miembros que se divierta por partida doble y que provoque una mayor excitación en su pareja gracias a esta experiencia.
La mayoría de las máquinas sexuales funcionan enchufadas a la corriente ya que necesitan de bastante potencia. Simplemente asegúrate de enchufarla en el lugar correcto, ¡y listo!
El mando a distancia o los botones del propio aparato te servirán para ponerlo en marcha. Son muy habituales los controles de tipo rueda: los giras hacia uno u otro lado y modificas la intensidad de los impulsos.
Antes de ponerte manos a la obra, recuerda la importancia de una buena lubricación. Debes aplicar estos productos tanto en los genitales como en los elementos de penetración para hacer que el juego sea más seguro y agradable.
Las máquinas sexuales tienen un mantenimiento bastante sencillo, pero conviene que tengas en cuenta algunas particularidades de su diseño para hacerlo bien:
Cuando termines de jugar, extrae todos los elementos desmontables.
Lava las piezas por separado para evitar el daño por contacto o fricción.
Emplea agua tibia y jabón neutro o un producto limpiador de juguetes eróticos, según el material y sus características.
No emplees instrumentos que puedan rayar o dañar la superficie de los juguetes.
Seca los accesorios con un paño suave que no deje pelusa o, mejor aún, deja que se sequen al aire.
Vuelve a montar cada elemento en su sitio. Guarda los accesorios sobrantes en un lugar protegido de la luz directa y de los cambios bruscos de temperatura.
De forma periódica, higieniza cada componente con un producto más profesional para evitar la proliferación de gérmenes y bacterias.
Si bien en los últimos años el mercado de estos dispositivos de placer se ha ampliado mucho gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías, lo cierto es que si tuviéramos que hacer una clasificación acerca del tipo de máquinas de sexo básicamente se podrían reducir a estos dos modelos de juguetes:
Máquinas para sexo portátiles: aunque se trata de juguetes BDSM de masturbación de un tamaño considerablemente superior al de los accesorios tradicionales, estas máquinas de sexo se pueden montar y desmontar con facilidad y guardar con todos sus accesorios en cómodos bolsos para su transporte de un modo muy discreto.
Máquinas para sexo fijas: son aparatos de mayores dimensiones y gran potencia que debido a sus características particulares habitualmente están diseñados en cajas de cierto peso o como dispositivos atornillables a alguna superficie para asegurar que se quedan fijos durante su uso.
En el ámbito de los juguetes eróticos las sex machines son probablemente uno de los artículos más llamativos. Por su diseño, por sus prestaciones y por la gran variedad de artículos y formas existentes para disfrutar de la masturbación, este tipo de dispositivos constituye una categoría muy especial en el mercado del placer.
Por su particular morfología, un amplio porcentaje de estos dispositivos está pensado para el placer femenino, aunque en el catálogo de juguetes de esta web también encontrarás artículos destinados a la masturbación del hombre.
De modo general y salvando las particularidades de cada uno de estos originales juguetes, podría decirse que una máquina de sexo se compone de dos partes:
La maquinaria: es la máquina de masturbación propiamente dicha. El dispositivo que hará que todo se ponga en funcionamiento. Puede tener forma de caja de mayores o menores dimensiones o ser sencillamente un aparato en el que queden al descubierto todos los elementos que hacen funcionar la sex machine.
Los accesorios: en algún punto de la máquina para el sexo existe un pistón que se conecta al resto del engranaje y en el que van acoplados los diferentes accesorios para su uso. Dildos realistas de diferentes tamaños y texturas, estimuladores anales y vaginales, vibradores y el resto de artículos destinados a la penetración.
Todo esto se controla o bien desde un interruptor ubicado en la base de la máquina de placer o a través de un mando a distancia (en los sistemas más modernos) desde el que se puede regular además la velocidad de las penetraciones de tal manera que puedes alcanzar el orgasmo al ritmo que más placentero te resulte.
Discreción total Tu pedido se entregará sin distintivos ni marcas.
Envíos 24-48 horas Recibe tu pedido al día siguiente en península.
Devolución 1 año Dispones de hasta 1 año para devolver tu pedido.
¿Dudas o preguntas? Resuélvelas con nuestras especialistas en salud sexual.