Un dilatador vaginal es un complemento utilizado para ayudar a ensanchar la vagina progresivamente. Los dilatadores vaginales te ayudarán a mejorar el estado de tu suelo pélvico, así como los síntomas del vaginismo.
Tipos de dildos:
El uso regular de un dilatador vaginal ayuda a ejercitar los músculos de la vagina. Son dildos de distintos tamaños y están indicados tanto para personas que padecen vaginismo, como para aquellas que quieren ejercitar su suelo pélvico y conseguir un mejor estado de los músculos vaginales.
Los dildos vaginales dilatadores suelen tener varios tamaños para empezar a utilizarlos desde el tamaño más pequeño e ir aumentando progresivamente a medida que controles los ejercicios. Por norma general, están fabricados en materiales suaves como la silicona de grado médico.
El vaginismo se puede tratar y el primer paso es conocerte mejor a ti misma. El uso de los dilatadores te ayudará a controlar mejor las contracciones que tienen lugar en tu suelo pélvico, ya que la característica principal del vaginismo es que la vagina experimenta una contracción involuntaria sin que pueda penetrar en ella ni siquiera un dedo o un tampón. Empieza con el tamaño más pequeño de dilatador y, con la ayuda de un lubricante de base agua, poco a poco ve aumentando el tamaño de los dilatadores conforme te vayas familiarizando con las sensaciones.
Hay personas que pueden querer ensanchar su vagina por diversos motivos, entre ellos el vaginismo, y es posible gracias al uso de dilatadores vaginales. Los dilatadores vaginales son dildos generalmente de silicona de tamaños muy diversos. Lo ideal es comenzar con los tamaños más pequeños y estrechos e ir poco a poco aumentando de tamaño a medida que sientes que estás preparada para subir de nivel. Recuerda siempre utilizar un lubricante de base agua para que la inserción sea más sencilla.
La vagina es un conducto elástico que, en situación de normalidad, mide en torno a 6-11 centímetros. En situación de excitación puede dilatarse unos 3 o 4 centímetros más. Los dilatadores vaginales pueden ayudarte a dilatar la vagina dependiendo de las medidas de ancho y largo de cada uno de ellos.
El uso regular de dilatadores vaginales te va a ayudar a que ejercites tus músculos vaginales. Los dilatadores vaginales podrás encontrarlos en formato de set, con varios tamaños, largos y anchos y a veces diferentes formas. Su modo de uso debe de ir acompañado de tu completa relajación y de lubricante de base agua. Lo recomendable es empezar por los tamaños más pequeños para poco a poco ir incrementando hacia los tamaños de mayor envergadura.
Puedes saber si tienes vaginismo acudiendo a un profesional de la salud sexual que pueda diagnosticarte. Los síntomas más comunes son las contracciones involuntarias que impiden la penetración de cualquier tipo: desde introducir un dedo en la vagina, un tampón, una copa vaginal... hasta un pene. No toda experiencia dolorosa significa que tenga vaginismo, por eso te recomendamos que acudas a un médico o fisiosexólogo que pueda ayudarte con el diagnóstico y un tratamiento correcto.
Muchas chicas sufren molestias vaginales durante la penetración como consecuencia del estrechamiento de las paredes de la vagina. Un dilatador vaginal es un accesorio muy útil para entrenar la musculatura de la zona y ganar flexibilidad.
No solo las chicas con este tipo de problemas se pueden beneficiar del uso de dilatadores vaginales. Estos artículos también resultan de utilidad para ir ampliando el volumen de las penetraciones y vivir nuevas experiencias sexuales o simplemente para disfrutar de la estimulación vaginal experimentando con tamaños y texturas.
El dilatador para la vagina es un artículo sexual con esta doble vertiente: la terapéutica y la estimulante. Por este motivo lo pueden emplear tanto las mujeres que solo tienen curiosidad como aquellas que se plantean una mejora en su vida sexual a través de los ejercicios vaginales.
La hipertonía del suelo pélvico es un problema relativamente frecuente entre las mujeres y del que se habla muy poco. Esta patología se caracteriza por un aumento del tono muscular que impide la relajación voluntaria.
¿Cómo afecta esto a la salud sexual femenina? Si los músculos que rodean la vagina no son capaces de relajarse, las penetraciones se vuelven molestas y, en algunos casos, dolorosas. Para evitar esta situación hay que realizar entrenamientos progresivos que mejoren la flexibilidad y faciliten la relajación.
Deberías emplear dilatadores vaginales como ayuda terapéutica en caso de hipertonía pélvica y otras patologías similares. En ocasiones estas molestias también se deben a músculos contracturados o a una falta de control. Gracias a los dilatadores vaginales podrás entrenar tu musculatura íntima para que ofrezca una respuesta muy diferente.
Un dilatador para la vagina es también un instrumento diseñado para devolverte la elasticidad en tus zonas íntimas. Recurre a él cuando quieras ampliar el volumen de las penetraciones de manera segura. Por lo general, estos accesorios vienen en packs con artículos de varias medidas que te permitirán ir haciendo progresos hasta alcanzar el objetivo que deseas.
Deberías usar un dilatador como juguete sexual y como accesorio terapéutico. Es una estupenda manera de experimentar el placer de diferentes tipos de penetración de un modo seguro y adaptado a tus necesidades.
El dilatador vaginal también se presenta como una buena solución frente a problemas como el vaginismo o la dispaurenia. El principal objetivo en todas estas situaciones es que dejes de sentirte incómoda durante la penetración.
Los dilatadores vaginales son una herramienta muy eficiente en el tratamiento y la rehabilitación de la vagina frente a patologías como la dispaurenia, el vaginismo, la hipertonía del suelo pélvico o los cambios asociados al parto y al envejecimiento. Pero ¿son todos iguales?
Aunque es cierto que todos persiguen el mismo objetivo, emplean diferentes métodos para alcanzarlo. Entre los tipos de dilatadores vaginales más habituales se pueden diferenciar:
Kits de dilatadores: son los más comunes en cualquier formato. Para que puedas avanzar en tus entrenamientos de la musculatura pélvica, la relajación y el ensanchamiento, muchos dilatadores para la vagina se presentan en kits de varias unidades con diferentes volúmenes.
Dilatadores duros: están fabricados en materiales rígidos. Aunque son materiales 100% seguros y especialmente destinados al uso íntimo, no están recomendados para todas las mujeres. Las más sensibles o con problemas vaginales más notables tendrán dificultades para soportar la rigidez de este tipo de accesorios, incluso en los tamaños más compactos. No obstante, si eres capaz de aguantar esa intensidad sin problemas, los resultados son mucho más rápidos.
Dilatadores blandos: este tipo de dilatadores, normalmente fabricados en silicona, no son tan eficientes como los dilatadores duros. Al menos no en el corto tiempo. Hace falta un poco de paciencia para empezar a notar los efectos de la dilatación. La parte positiva es que esta clase de dilatadores para la vagina es apta para todas las mujeres, ya que, por su textura y flexibilidad, son opciones que resultan mucho más cómodas de usar.
Dilatadores huecos: no son tanto un artículo terapéutico como un accesorio erótico. La finalidad de estos dilatadores vaginales no es solo la de facilitar penetraciones más voluminosas con el paso del tiempo sino la de utilizar otros juguetes sexuales de manera simultánea.
Dilatadores con anilla: resultan los más adecuados para chicas inexpertas. Una anilla de sujeción ubicada en la base del accesorio facilita su manipulación y agiliza la extracción de la vagina después de su uso.
Para comprar un dilatador vaginal es importante que conozcas cuáles son tus necesidades particulares. Esas molestias que experimentas durante la penetración pueden deberse a diferentes factores como el vaginismo, los problemas de desarrollo en la vagina, la dispaurenia, algunos tratamientos médicos o la pérdida del tamaño vaginal durante la menopausia, entre otros.
Todos los dilatadores vaginales ofrecen resultados beneficiosos para tu salud sexual, solo que lo hacen con mayor o menor velocidad dependiendo de las características de tu caso y de las particularidades del accesorio que compres.
Esta breve guía te permitirá tener las ideas un poco más claras a la hora de comprar un dilatador para la vagina que cumpla con tus expectativas.
Tamaño. Con otros accesorios sexuales el tamaño no tiene por qué ser una variable fundamental, pero en el caso de los dilatadores vaginales es un aspecto clave en el éxito del tratamiento.
Una de las primeras cosas que debes tener claras es que este accesorio tiene un objetivo principalmente terapéutico. El tamaño no lo es todo, pero afectará de forma decisiva a tu experiencia de uso.
Lo más recomendable es empezar por algo pequeño, de no más de 8 cm de longitud y de un máximo de 1,5 cm de diámetro. Son medidas bastante pequeñas que funcionan como un buen punto de partida, sobre todo en las condiciones más complicadas.
Con el paso del tiempo podrás hacer progresos. En cualquier caso, el tamaño de un dilatador de vagina no suele superar los 14 x 3,25 cm. Trabajando con estas medidas tienes garantizada la comodidad y la seguridad durante una penetración de tamaño promedio.
Individuales o en set. Otro aspecto estrechamente relacionado con el tamaño es el formato de presentación. Por la particularidad que presenta en uso de estos accesorios, cuyo objetivo es enfrentarte a medidas cada vez un poco más grandes, es habitual adquirirlos en packs.
Una buena selección de dilatadores incluye al menos tres propuestas de tamaño entre los 11 y los 14 cm. Los sets más completos tienen hasta 5 dilatadores vaginales diferentes, con el mismo formato pero con diferentes dimensiones.
Un kit de dilatadores para la vagina es la mejor manera de ir haciendo progresos. Tienes todo el material necesario y puedes tomarte las cosas a tu ritmo.
Material. Todos los dilatadores vaginales están fabricados en materiales hipoalergénicos, especialmente destinados a un uso íntimo. Salvo que tengas alguna alergia especial, no tendrás ningún problema en el uso de estos artículos.
Como están pensados para facilitar la penetración, verás que son compatibles con el uso de lubricantes. Es importante que apliques sobre ellos un producto acuoso que garantice una buena hidratación y un óptimo deslizamiento durante su uso.
El material más habitual es la silicona, pues reúne las mejores características de textura y dureza. No obstante, puedes encontrar dilatadores vaginales de diferente rigidez.
Recuerda que cuanto más rígidos, más rápidos serán los efectos de dilatación, pero también te costará más acostumbrarte a su uso. Lo mejor es que escojas un dilatador vaginal en un punto intermedio entre la comodidad y la rigidez.
Diseño. Hay una diferencia bastante clara entre los dilatadores vaginales y los dildos. Así como estos últimos están destinados al placer de la masturbación, los dilatadores para la vagina tienen un uso eminentemente terapéutico. Esto influye de manera significativa en el diseño.
Lo habitual es que un dilatador vaginal tenga una forma muy sencilla. Los hay que son de cuerpo totalmente recto y los hay que incluyen una ligera curvatura en el eje.
También es posible que la punta sea ligeramente más estrecha que la base o, por el contrario, que el diámetro sea el mismo a lo largo de todo el insertable. La elección del diseño es algo muy personal, pero siempre debes optar por algo que te haga sentir cómoda.
Lo mejor es empezar por un accesorio de punta redondeada y fina que se vaya ensanchando un poco a medida que avanza la penetración. Si además lleva una anilla de sujeción en la base, te resultará mucho más sencillo insertarlo y extraerlo.
Los dilatadores vaginales no requieren de ningún mantenimiento especial más allá del que le darías a cualquier accesorio sexual. Una buena higiene después de cada sesión y podrás estar usándolos durante muchísimo tiempo.
Para garantizar la buena higiene y conservación de un dilatador vaginal, basta con que tengas en cuenta un par de aspectos: el lavado y el mantenimiento.
Lavar un dilatador vaginal es muy sencillo. Como son artículos resistentes al agua, con un chorro de agua tibia y un poco de jabón neutro los dejarás listos. Recuerda que no debes utilizar ningún elemento que pueda rayar la superficie. Con la mano es suficiente. Cada cierto tiempo puedes emplear un limpiador para juguetes que te garantice un mayor nivel de higiene.
Guarda tus dilatadores en un neceser, separados de otros juguetes o utensilios que pudieran dañarlo. Si se trata de un kit de dilatadores para la vagina, puedes usar la propia cajita en la que vienen colocados para tenerlos bien protegidos.
El uso regular de un dilatador vaginal ayuda a ejercitar los músculos de la vagina. Son dildos de distintos tamaños y están indicados tanto para personas que padecen vaginismo, como para aquellas que quieren ejercitar su suelo pélvico y conseguir un mejor estado de los músculos vaginales.
Los dildos vaginales dilatadores suelen tener varios tamaños para empezar a utilizarlos desde el tamaño más pequeño e ir aumentando progresivamente a medida que controles los ejercicios. Por norma general, están fabricados en materiales suaves como la silicona de grado médico.
El vaginismo se puede tratar y el primer paso es conocerte mejor a ti misma. El uso de los dilatadores te ayudará a controlar mejor las contracciones que tienen lugar en tu suelo pélvico, ya que la característica principal del vaginismo es que la vagina experimenta una contracción involuntaria sin que pueda penetrar en ella ni siquiera un dedo o un tampón. Empieza con el tamaño más pequeño de dilatador y, con la ayuda de un lubricante de base agua, poco a poco ve aumentando el tamaño de los dilatadores conforme te vayas familiarizando con las sensaciones.
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