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Corsés y Corpiños - Es el artículo de lencería que nunca pasa de moda a pesar de las últimas tendencias en materia de ropa interior íntima para mujeres. El esta sección presentamos una selección de los corsés y Corpiños más sexys y exóticos de las mejores casas de lencería actuales. Este tipo de prendas estilizan el busto y embellecen la figura de la mujer haciéndola más atractiva e irresistible para los que tengan la suerte de poder verla con ella puesta.
Tipos de lencería:
Hay clásicos que nunca pasan de moda y los corsés y corpiños son una prueba de ello. Prendas sensuales y elegantes que han sabido adaptarse a la mujer actual sin perder ni una pizca de erotismo.
No todos los corsés son iguales ni se utilizan para lo mismo. El término abarca una gran variedad de texturas y formas que comparten un mismo concepto de diseño pero que presentan particularidades:
Interior o exterior: algunos corsés y corpiños son prendas de lencería íntima, es decir, están diseñados para llevarlos debajo de la ropa. Son piezas más atrevidas, con transparencias o escotes muy generosos que se convierten en un accesorio más de vestuario erótico. Otros en cambio se pueden combinar con un pantalón o una falda para usarlos durante el día y lucir un aspecto sensual con reminiscencias de otra época.
Con aros y sin aros: puesto que se utilizan para realzar el pecho, la parte superior del corsé puede ser muy similar a la de un sujetador. Al igual que estos, el pecho queda recogido mediante aros pero, en caso de no llevarlos, logrará este mismo efecto gracias a la rigidez de las varillas verticales interiores que mantienen la forma de la prenda.
Corsé o underbust: entre corset y corpiño sexy no existe diferencia, pero sí entre estos y el underbust. Este es un tipo de cosé más pequeño que empieza justo debajo del pecho y llega hasta la cadera. El underbust se puede utilizar como parte del vestuario erótico o como una prenda externa si se incluye una camisa debajo.
Con tirantes o palabra de honor: el corsé tradicional no lleva tirantes y deja totalmente al desnudo las cláviculas de la mujer. Sin embargo, esta prenda ha ido evolucionando para ofrecer otras versiones más similares a las de una camisa de tirantes. En ambos casos, el resultado es igual del sexy.
El origen del corsé y de los corpiños se remonta a las antiguas civilizaciones de Siria, Egipto, Grecia y Roma. Ya en la Antigüedad las mujeres utilizaban prendas constrictoras para elevar el busto y redefinir la figura.
Durante el Renacimiento el corsé se consolidó como una de las prendas de moda femenina más extendida, con independencia de la clase social. Su nombre deriva del francés cors, diminutivo de cuerpo, y lo cierto es que se utilizaba para reducir la cintura de la mujer a dimensiones de un cuerpito (corpiño) que llegaban a resultar contraproducentes.
Mucho ha evolucionado esta prenda de vestir para que en la actualidad sea una de las piezas de lencería femenina más cómodas, versátiles y provocadoras.
En la actualidad, un corsé se considera una pieza de lencería o complemento que realza la silueta ajustándose perfectamente a la cintura mientras la hace más pequeña. Sin embargo, si nos remontamos a hechos históricos, el corsé también ha sido visto como un símbolo de opresión, además de un signo de belleza entre las clases más altas.
El uso del corsé ayuda a que tu silueta se vea más estilizada, ya que es una pieza de ropa que comprime ligeramente el espacio que ocupa tu cintura haciendo que se vea mucho más pequeña y disminuyendo su contorno mientras lo llevas puesto.
Los primeros corsés se empezaron a usar en la antigua Grecia, pero no es hasta el siglo XVI que empezaron a popularizarse entre todas las clases sociales.
El propósito inicial del corsé era conseguir que el torso fuese más estilizado para las damas de la nobleza y la aristocracia. Los primeros corsés eran de metal, muy rígidos, pero con el paso de los años se fueron convirtiendo en armazones con varillas cubiertos de tejidos más lujosos y ornamentados.
No hay un tiempo mínimo ni máximo indicado para usar un corsé cuando hablamos de complementos de lencería o de prendas como las que puedes encontrar en Diversual. Tu figura se verá realzada durante el tiempo que lo lleves puesto.
Hay clásicos que nunca pasan de moda y los corsés y corpiños son una prueba de ello. Prendas sensuales y elegantes que han sabido adaptarse a la mujer actual sin perder ni una pizca de erotismo.
No todos los corsés son iguales ni se utilizan para lo mismo. El término abarca una gran variedad de texturas y formas que comparten un mismo concepto de diseño pero que presentan particularidades:
Interior o exterior: algunos corsés y corpiños son prendas de lencería íntima, es decir, están diseñados para llevarlos debajo de la ropa. Son piezas más atrevidas, con transparencias o escotes muy generosos que se convierten en un accesorio más de vestuario erótico. Otros en cambio se pueden combinar con un pantalón o una falda para usarlos durante el día y lucir un aspecto sensual con reminiscencias de otra época.
Con aros y sin aros: puesto que se utilizan para realzar el pecho, la parte superior del corsé puede ser muy similar a la de un sujetador. Al igual que estos, el pecho queda recogido mediante aros pero, en caso de no llevarlos, logrará este mismo efecto gracias a la rigidez de las varillas verticales interiores que mantienen la forma de la prenda.
Corsé o underbust: entre corset y corpiño sexy no existe diferencia, pero sí entre estos y el underbust. Este es un tipo de cosé más pequeño que empieza justo debajo del pecho y llega hasta la cadera. El underbust se puede utilizar como parte del vestuario erótico o como una prenda externa si se incluye una camisa debajo.
Con tirantes o palabra de honor: el corsé tradicional no lleva tirantes y deja totalmente al desnudo las cláviculas de la mujer. Sin embargo, esta prenda ha ido evolucionando para ofrecer otras versiones más similares a las de una camisa de tirantes. En ambos casos, el resultado es igual del sexy.
El origen del corsé y de los corpiños se remonta a las antiguas civilizaciones de Siria, Egipto, Grecia y Roma. Ya en la Antigüedad las mujeres utilizaban prendas constrictoras para elevar el busto y redefinir la figura.
Durante el Renacimiento el corsé se consolidó como una de las prendas de moda femenina más extendida, con independencia de la clase social. Su nombre deriva del francés cors, diminutivo de cuerpo, y lo cierto es que se utilizaba para reducir la cintura de la mujer a dimensiones de un cuerpito (corpiño) que llegaban a resultar contraproducentes.
Mucho ha evolucionado esta prenda de vestir para que en la actualidad sea una de las piezas de lencería femenina más cómodas, versátiles y provocadoras.
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