Lencería Erótica Categorías
Vestidos Sexys y eróticos: Dicen que lo más provocativo no es lo que se enseña sino lo que se sugiere, y para precisamente sugerir, te presentamos la siguiente selección de vestidos sexys y elegantes para mujer. Diseños atrevidos y provocativos perfectos para las situaciones más seductoras. Prendas alegres, exóticas o sensuales según el momento que se requiera. Echa un vistazo a esta sección y estamos seguros de que encontrarás algo que te guste.
Tipos de lencería:
¿Sabías que la ropa puede tener un efecto erótico más intenso que un desnudo integral? La mente es así de juguetona y te permite hacer de la insinuación tu mejor aliada. No es lo mismo enseñar los pechos que dejarlos entrever. Lo primero tiene un innegable cariz sexual, pero es lo segundo lo que resulta verdaderamente erótico.
Realza tus atributos naturales eligiendo ese vestido que mejor se adapta a tu silueta. Escotes apretados para presumir de delantera, con aberturas laterales para lucir piernas, tirantes para potenciar la sensualidad del cuello y los hombros, encajes, fruncidos, cremalleras... En la psicología erótica cada detalle cuenta.
No hay un color más erótico que otro porque la tonalidad de tu poder de seducción depende únicamente de ti. Tradicionalmente el rojo y el negro han sido dos colores básicos en los juegos con tintes eróticos, pero en esta sección descubrirás que la lujuria tiene una gama de tonalidades prácticamente interminable.
Desde una sensual burbujita de champán con destellos amarillos hasta un provocador angelito del blanco más inmaculado. Los colores definen tu sensualidad en la medida en la que tú quieres sentirte seductora.
No por ser más atrevida vas a sentirte más sensual. Lo importante es que lleves lo que lleves te sientas cómoda y lo suficientemente a gusto contigo misma para hacer que el erotismo fluya de manera natural.
Es por ello que básicamente encontrarás dos tipos de vestidos sexys. Unos que se caracterizan por su erótica sobriedad y otros más desenfadados que por lo general ofrecen una visión mucho menos discreta de todo lo que estás dispuesta a ofrecer.
La ventaja de los vestidos sexy de corte más clásico (no confundir con vestidos aburridos o para chicas modositas) es que podrás utilizarlos en eventos y citas que vayan más allá de la puerta del dormitorio. Es un vestuario subidito de tono pero que lejos de desentonar en una fiesta te va a convertir en el envidiable centro de todas las miradas.
Para ocasiones un poco más íntimas puedes atreverte con diseños más modernos: transparencias descaradas, escotes de vértigo, encajes provocadores... Son ese tipo de vestidos sexys que están más cerca de la lencería íntima que del vestuario que te pondrías para salir un fin de semana y un paso más próximos de la desnudez total. ¿O no es que no te has fijado en las ansias con las que te mira tu pareja?
Esa escenita sensual que tienes en mente no sería la misma si en lugar de llevar puesto un vestido sexy te pusieras esa camiseta descolorida que ya casi no sirve ni para estar por casa. El éxito de la seducción están en saber utilizar todas tus armas de mujer para que tu cuerpo se convierta en un imán y tu pareja caiga irremediablemente rendida a tus pies.
El vestido sexy es una prenda femenina a mitad de camino entre el vestuario y la lencería erótica. Normalmente llevan encajes o transparencias y son tan atrevidos que no podrás ponértelos más allá del dormitorio.
Este tipo de vestuario íntimo está pensado para las chicas que quieran sentirse especialmente seductoras y femeninas sin necesidad de mostrar su cuerpo totalmente desnudo. Son también una buena solución para reafirmar el pecho, moldear las curvas y estilizar la figura.
No hay una norma fija sobre el uso de los vestidos sexys. Hay modelos tan diferentes que todo depende de lo que te traigas entre manos y de la impresión que quieras causar.
Hay vestidos atrevidos que son realmente sexys y en los que muestras gran parte de tu desnudez. Otros, en cambio, son algo más discretos, pero siempre con ese toque seductor que realza tu feminidad.
En base a esta distinción, los vestidos sexys se pueden dividir en dos grandes categorías:
Son la versión más comedida del vestido erótico. Una prenda sensual y cautivadora que puedes lucir en cualquier ocasión sin sentir que estás fuera de lugar.
No podrás evitar ser el centro de atención. Los vestidos sexys para uso cotidiano también tienen un corte atrevido, con escotes originales, espalda al descubierto o corte a la altura del muslo. Son una opción estupenda para lucirse en público con mucho glamour y con un puntito erótico que no pasa inadvertido.
Son vestidos de dormitorio, con diseños y transparencias que limitan su uso a los momentos íntimos. En este tipo de vestidos sexys se le da prioridad a la provocación y al erotismo.
¿Cómo se consigue este efecto? Para que un vestido sea mucho más que una prenda de vestir y se convierta en parte del juego de la seducción, se utilizan diferentes recursos. Puede ser que el vestido vaya combinado con otras prendas de lencería sexy que se transparentan por debajo de los tejidos, que dejen una gran cantidad de piel al descubierto o que sean tan cortitos que se te vean las nalgas.
El vestido sexy de dormitorio está concebido como parte del juego erótico. Es muy habitual ver diseños con elegantes encajes que se transparentas, con finos tirantes a los hombros que te permiten regular la altura del pecho o tejidos en tela de red que parecen un tatuaje sobre tu piel desnuda.
El diseño de los vestidos sexys es tan variable como el de cualquier otra prenda de vestir. Precisamente esta característica es la que los convierte en una opción de vestuario muy versátil, capaz de adaptarse a cualquier tipo de situación.
Entre los tipos de vestidos sexys más populares, destacan:
Están en el nivel top de la sensualidad. Los diseños están basados en una máxima: mostrar con atrevimiento. Son los vestidos que necesitas si buscas opciones con transparencias, aberturas o diseños cortos.
Los hombros son una parte muy sensual de la anatomía femenina. Dejarlos al descubierto es toda una declaración de intenciones.
Los escotes Bardot, barco o off the shoulder aportan a tu look un aspecto muy elegante. Además, este pequeño detalle hace que el cuello luzca más estilizado y que el escote gane protagonismo.
Este tipo de vestidos se asemeja mucho al escote de barco, con la particularidad de que no se muestra todo el escote. Esto, sin embargo, no los hace menos sensuales.
Quedarse a mitad de camino hace que se disparen las fantasías. Los vestidos de un solo hombro se emplean para que esas ensoñaciones vayan acompañadas de una pincelada de glamour.
En estos modelos los hombros siguen quedando al descubierto, pero no las clavículas. El secreto es que el escote va cerrado al cuello.
Los vestidos tipo halter con tan aptos para las ocasiones especiales como para un outfit diario superfemenino.
¿Sabías que la ropa puede tener un efecto erótico más intenso que un desnudo integral? La mente es así de juguetona y te permite hacer de la insinuación tu mejor aliada. No es lo mismo enseñar los pechos que dejarlos entrever. Lo primero tiene un innegable cariz sexual, pero es lo segundo lo que resulta verdaderamente erótico.
Realza tus atributos naturales eligiendo ese vestido que mejor se adapta a tu silueta. Escotes apretados para presumir de delantera, con aberturas laterales para lucir piernas, tirantes para potenciar la sensualidad del cuello y los hombros, encajes, fruncidos, cremalleras... En la psicología erótica cada detalle cuenta.
No hay un color más erótico que otro porque la tonalidad de tu poder de seducción depende únicamente de ti. Tradicionalmente el rojo y el negro han sido dos colores básicos en los juegos con tintes eróticos, pero en esta sección descubrirás que la lujuria tiene una gama de tonalidades prácticamente interminable.
Desde una sensual burbujita de champán con destellos amarillos hasta un provocador angelito del blanco más inmaculado. Los colores definen tu sensualidad en la medida en la que tú quieres sentirte seductora.
No por ser más atrevida vas a sentirte más sensual. Lo importante es que lleves lo que lleves te sientas cómoda y lo suficientemente a gusto contigo misma para hacer que el erotismo fluya de manera natural.
Es por ello que básicamente encontrarás dos tipos de vestidos sexys. Unos que se caracterizan por su erótica sobriedad y otros más desenfadados que por lo general ofrecen una visión mucho menos discreta de todo lo que estás dispuesta a ofrecer.
La ventaja de los vestidos sexy de corte más clásico (no confundir con vestidos aburridos o para chicas modositas) es que podrás utilizarlos en eventos y citas que vayan más allá de la puerta del dormitorio. Es un vestuario subidito de tono pero que lejos de desentonar en una fiesta te va a convertir en el envidiable centro de todas las miradas.
Para ocasiones un poco más íntimas puedes atreverte con diseños más modernos: transparencias descaradas, escotes de vértigo, encajes provocadores... Son ese tipo de vestidos sexys que están más cerca de la lencería íntima que del vestuario que te pondrías para salir un fin de semana y un paso más próximos de la desnudez total. ¿O no es que no te has fijado en las ansias con las que te mira tu pareja?
Discreción total Tu pedido se entregará sin distintivos ni marcas.
Envíos 24-48 horas Recibe tu pedido al día siguiente en península.
Devolución 1 año Dispones de hasta 1 año para devolver tu pedido.
¿Dudas o preguntas? Resuélvelas con nuestras especialistas en salud sexual.