Vibratorias

La categoría de bolas chinas engloba todos aquellos juguetes, generalmente de formas esféricas, que se insertan en la vagina para realizar ejercicios de contracción y relajación de la musculatura pélvica.

Dentro de esta categoría, las bolas con vibración ocupan un lugar especial.

Las bolas vaginales con vibración aportan un extra de intensidad tanto a los entrenamientos vaginales como a la búsqueda de placer. Son bolas chinas convencionales que incorporan uno o varios motores en su interior y que se controlan a distancia.

Generalmente, el mando desde el que se seleccionan los diferentes modos de funcionamiento de una bola china con vibración es inalámbrico. Esto permite ampliar el juego erótico, ya que puede ser otra persona la que tome el control de la situación.

Las bolas chinas vibratorias son artículos terapéuticos y de placer. No se trata de usos exclusivos, sino que se complementan.

Por eso, cualquier mujer puede sacarles partido a las bolas vaginales con vibración. Unas lo harán más concentradas en la realización de ejercicios del suelo pélvico y otras con el objetivo de alcanzar un orgasmo intenso y placentero.

Es habitual empezar a utilizar bolas chinas con vibración después del parto o al comienzo de la menopausia. Este tipo de artículos ayudan a recuperar el tono en la musculatura vaginal y a conservar una buena salud sexual.

No obstante, las bolas chinas se pueden emplear sin que exista ninguna patología previa, solo por el simple hecho de disfrutar de la experiencia. Es, además, una experiencia que se puede disfrutar en pareja. Como suelen controlarse por un mando a distancia inalámbrico, una persona puede ser la que lleve la bola en la vagina y otra la que controle sus movimientos.

Su particular diseño, total o parcialmente esférico, hace que las bolas chinas presenten algunas particularidades en cuanto a su uso. Frente a los juguetes eróticos de diseño cónico, que se introducen muy fácilmente, la forma redonda de las bolas vaginales puede suponer un reto para las chicas inexpertas, sobre todo si se trata de bolas de gran diámetro.

Aquí tienes algunos consejos para la correcta inserción de las bolas chinas:

• Aplica un poco de lubricante en la superficie. No te excedas: aunque el lubricante facilita la inserción, también puede hacer que se salgan con más facilidad.

• Acuéstate boca arriba, con las piernas abiertas y las rodillas flexionadas. Es importante que te sientas relajada.

• Introduce la primera bola (en el caso de que haya más de una) con suavidad, empujando ligeramente, hasta sentirla detrás del músculo. Si hay otra bola, empuja una segunda vez hasta notar que alcanza su posición.

• Levántate sin miedo. Es normal que las bolas tiendan a caer por efecto de la gravedad. Este es el momento en el que deberás demostrar que la contracción de los músculos pélvicos puede soportar su peso.

• Cuando ya hayas adquirido algo de práctica podrás realizar esta operación sin necesidad de tumbarte. De pie, eleva una pierna e inserta las bolas en la misma posición que más adelante emplearás para extraerlas.

Al contrario de lo que sucede con las bolas chinas convencionales, no todas las bolas vibratorias son impermeables. Compruébalo en las instrucciones antes de lavarlas.

Si son impermeables, puedes lavarlas bajo un chorro de agua tibia y con ayuda de un poco de jabón. Si no son impermeables, lo mejor es que emplees algún limpiador de juguetes sexuales en formato gel o spray y una toallita suave.