¿QUÉ ES EL QUEENING?
El queening, la sillita de la reina o el facesitting son sinónimos de una misma y excitante práctica: sentarte en la cara de tu pareja. Y sí, es una postura ideal para disfrutar del sexo oral en esa posición.
Es posible que ya hayas experimentado con esta postura antes, pero no te hayas dado cuenta. Y como toda reina merece su trono, vamos a explicarte en qué consiste y cómo sacarle el máximo partido.
La sillita de la reina es una práctica sexual en la que la mujer se coloca sentada, con las rodillas apoyadas o en cuclillas, sobre la cara de su pareja (como si esta fuera su trono). Las agujetas de después están más que aseguradas.
Queening, qué es.
Desde esa postura se tiene un mejor acceso al clítoris, uno de los reyes del placer por la cantidad de terminaciones nerviosas. Pero, además, la persona que está arriba podrá presionar y/o frotar su vulva contra la lengua, los labios e incluso la nariz de la persona que está abajo.
Si quieres sentirte (y sentarte) como una verdadera reina, esta postura es para ti, pero antes de empezar, ¡ojo! porque no a todo el mundo le gusta esa sensación de tener a alguien encima. Pregunta a la otra persona si le parece bien que vayas a colocarte así.
Cómo sentarte en su cara.
BENEFICIOS DEL QUEENING
El clítoris es una de las zonas más sensibles de la anatomía y que más placer puede ofrecer. Esta postura es ideal para estimularlo con la lengua, los labios, la nariz... y llevar las sensaciones a otro nivel.
La posición de la persona que está arriba le da todo el poder, con esa sensación de dominio, mientras que la persona que está abajo estará adorando a su pareja. Este juego de dominación y sumisión aumenta la excitación del momento.
Es ideal para salir de la rutina: incorporar nuevas posturas y experimentar con nuevas sensaciones os ayudará a mejorar vuestra sexualidad en pareja.
Mejora la comunicación y el conocimiento en pareja: cada vez que vamos a incorporar una nueva práctica, la comunicación antes, durante y después será vital para saber qué nos ha gustado y qué no y mejorarlo de cara a la siguiente experiencia.
Es una postura de la que puedes disfrutar en cualquier momento y casi sobre cualquier lugar, siempre que la superficie sea más o menos plana: sobre la alfombra, en el sofá, en la cama...
Tendrás el control de la situación.
¿CÓMO HACER LA POSTURA QUEENING?
¡Basta de teoría! Ha llegado el momento de pasar a la práctica. Si quieres sacarle el máximo partido a sentarte en la cara de tu pareja, estas son las mejores claves para disfruta de la sillita de la reina.
Siéntate en la cara de tu pareja, ¡li-te-ral! Sí, parece fácil, pero el truco está en hacer que tus genitales queden a la altura de su boca, y el resto de la historia será (emoji fuego).
La persona que está arriba podrá moverse en todas las direcciones, controlando así las zonas de sus genitales que su pareja estimulará con la lengua.
No dejes caer TODO el peso. Es importante que no dejes todo el peso caer sobre la otra persona. Para sostenerte, ayúdate haciendo fuerza con las rodillas y utiliza tus caderas, como si hicieses una sentadilla.
Puedes apoyar la mano en el cabecero de la cama, o sobre el respaldo del sofá. Un punto extra de equilibrio te ayudará a no caer sobre la cabeza de tu pareja.
Varía la postura. Prueba a invertir la posición y colocarte mirando hacia los pies de tu pareja, con las rodillas a ambos lados de su cabeza.
Cambia para variar la postura.
Pregunta antes de empezar. Recuerda que no todo el mundo se siente cómodo teniendo a alguien encima. Antes de empezar, pregunta a la otra persona si le parece bien que te coloques así.
No te olvides de tocar. Dependiendo de vuestra posición, puedes acariciar también los genitales de tu pareja desde arriba, o que acaricie tus pechos desde abajo.
Protección, ¡ante todo! No te olvides de usar una lámina de látex en la vulva para proteger contra posibles ITS.
Protección también durante el queening.
Ahora ya conoces todas las claves para disfrutar como la reina que eres. Si necesitas más inspiración o nuevas posturas que probar, puedes seguir practicando con nuestro Kamasutra ilustrado.
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