Este artículo ha sido escrito y validado por la psicóloga y sexóloga Lucía Jiménez el 09 de enero de 2024.
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD SEXUAL?
La ansiedad sexual es una de las principales causas detrás de la mayoría de los problemas sexuales. Para comprenderla mejor, tratemos de ver primero en qué consiste la ansiedad general mediante un ejemplo:
Imaginemos que nos encontramos tranquilamente comiendo en casa, y nuestra madre nos pide que le acerquemos la botella de agua. Procesaremos la información, alargaremos el brazo hasta alcanzar la botella, y se la daremos en la mano.
Ahora imaginemos el mismo contexto, pero en este caso, entra una persona armada en la habitación y, a punta de pistola, nos ordena que le demos la botella de agua. Nuestro sistema nervioso se alterará y si, con un poco de suerte, conseguimos reaccionar, seremos muy torpes a la hora de coger la botella, y el temblor nos hará derramar toda el agua antes de poder entregarla.
¿Qué ha sucedido? Una acción cotidiana y sencilla, se ha convertido en una odisea por la acción de la ansiedad.
La ansiedad es un mecanismo de defensa natural del organismo frente a estímulos externos e internos que son percibidos como amenazantes. Un nivel óptimo de ansiedad permite que tengamos la energía necesaria para llevar a cabo nuestras actividades diarias, sin embargo, cuando el sistema sobreestima el peligro, da lugar a respuestas desadaptativas que no se correlacionan con una amenaza real. Es ahí cuando podemos ver mermado nuestro funcionamiento, y en este caso, la respuesta sexual.
Ansiedad sexual, ¿qué es?
¿CÓMO INFLUYE LA ANSIEDAD EN EL SEXO?
La interacción es compleja. La ansiedad es un constructo multifactorial, lo que quiere decir que está formado por varios componentes: cognitivos (lo que pensamos), comportamentales (lo que hacemos), fisiológicos (las reacciones del cuerpo) y afectivos (lo que sentimos).
En la práctica terapéutica se observa cómo la ansiedad influye negativamente en la respuesta sexual. Sin embargo, en el laboratorio se ha demostrado que un cierto grado de ansiedad facilita la excitación sexual, ya que parte de la expresión fisiológica de ésta (el aumento de la frecuencia cardiaca y de presión sanguínea) se comparte con la respuesta sexual (Barlow, 1986).
La influencia de la ansiedad en el sexo.
¿LA ANSIEDAD FAVORECE O PERJUDICA LA SEXUALIDAD?
Los estudios muestran que el factor determinante a la hora de influir en la respuesta sexual tiene que ver con el tipo de pensamientos e interpretaciones que hacemos cuando estamos sintiendo una activación ansiosa sexual moderada (Kampman & Van Minnen, 2000).
La investigación muestra cómo los sujetos que habían experimentado algún tipo de problema sexual, eran más proclives a tener predicciones catastróficas y, por lo tanto, a dificultar el deseo sexual, excitación o el orgasmo. Sin embargo, aquellas personas que aparentemente no tenían una relación “complicada” con la sexualidad, ante la aparición de la ansiedad, comenzaban a tener pensamientos que facilitaban su autocontrol. En el primer caso, la atención se ponía sobre los aspectos no eróticos del ambiente, mientras que, en el segundo, el foco se ponía sobre las claves eróticas del contexto, facilitando la respuesta sexual.
Por lo tanto, podríamos deducir que, ante una ansiedad sexual media o moderada, la calidad de las cogniciones que produzcamos jugará un rol determinante, ya que se produce un efecto de “retroalimentración” entre el estado fisiológico y los pensamientos que tengamos. (Barlow).
Factores de la ansiedad sexual.
Otro de los modelos explicativos de la respuesta sexual más importante es el del Control Dual (Bancroft & Janssen, 2000), el cual explica que en la respuesta sexual intervienen los aspectos del contexto (externo e interno) que funcionan como interruptores, facilitando procesos como la excitación, y aquellos que el cerebro detecta como incompatibles con la sexualidad, e inhiben la respuesta sexual. El balance final entre los interruptores que encienden y aquellos que apagan la excitación, determinará el resultado. En base a este modelo podemos inferir que el papel de la ansiedad estará modulado por el resto de condiciones que la persona experimente (cuán cómoda se siente en el espacio, cómo se siente consigo misma y en relación a la otra persona, otros aspectos de su vida como el trabajo, familia, amistad etc).
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES DE LA ANSIEDAD SEXUAL?
Algunos de los motivos más comunes de ansiedad sexual son:
Autoexigencia sobre el rendimiento que se ha de tener en la relación sexual, más conocida como “ansiedad de ejecución”.
Autopercepción negativa: cuán deseable me siento y mi conformidad con mi imagen corporal.
Excesiva preocupación con la erección; si se dará, se mantendrá, la apariencia…
Control de la eyaculación.
Desconexión de las sensaciones del cuerpo y de los genitales.
Disconformidad con el tamaño del pene.
Preocupación sobre que la pareja alcance el orgasmo.
Los aspectos emocionales del vínculo erótico: “si no me desea es que no me quiere”, cambiar sexo por amor, problemas para confiar.
Las causas de la ansiedad sexual.
EL BUCLE DE LA ANSIEDAD
La ansiedad se caracteriza por su valor predictivo; cuando tememos que algo suceda, solemos generar pensamientos en relación a ello, lo que hace que nuestra atención se focalice en más detalles que corroboren nuestro temor, aumentando las probabilidades de que se repita. En la práctica clínica sucede a menudo que algo que es normal, como que un pene pierda la erección, se interprete como muy malo. Esto hace que el miedo a que vuelva a ocurrir active la ansiedad, manteniéndote en un estado de alarma continuo, afectando negativamente en la excitación y promoviendo que se repita y se mantenga.
La mejor manera que un hámster tiene de poder bajarse de la rueda es parar, no seguir corriendo. Cuando estamos inmersxs en un bucle de ansiedad sexual hay algunas cosas que podemos hacer para volver a un estado de relajación que le permita al cuerpo funcionar correctamente.
Normalizar lo que nos está ocurriendo: el cuerpo no es una máquina perfecta, y muchas veces el problema viene de los significados que le damos a lo que nos está pasando.
Compartir lo que nos pasa: hablando con otras personas como nosotrxs de lo que nos pasa nos puede ayudar a ver que es más común de lo que creemos y sentir alivio al saber que no somos los unicxs.
Permitirnos la posibilidad de “fallar”: si aceptamos la posibilidad de que eso que nos genera tanta angustia pueda ocurrir, podremos ir a los encuentros sexuales desde un lugar más seguro.
Desvincular el placer sexual de lo genital: explorar otras posibilidades de placer. Incluso a modo de juego, podemos plantear un encuentro sexual donde no tenga que haber penetración u orgasmo, y ver cómo nos sentimos con ello.
Poner la atención en las sensaciones: traer la atención a lo que el cuerpo está sintiendo, sin desear que sea distinto, únicamente siguiendo como un escáner la experiencia.
Generar un entorno agradable: ayudarnos a bajar las revoluciones con un poco de música, una ducha relajante o velas. Lo que sea que favorezca un estado de relajación.
Revisar las expectativas: las propias y en pareja. Hablar de en lo que creemos que ha de consistir una relación sexual “perfecta” y rebajar esas expectativas a lo que realmente necesitamos para sentirnos a gusto.
La terapia sexual puede ayudarte a disfrutar sin ansiedades.
La mayoría de las disfunciones sexuales; como la disfunción eréctil, eyaculación precoz, problemas de deseo, dolor genital o dificultades del orgasmo, se generan y mantienen por la ansiedad sexual. Todas estas problemáticas tienen buen pronóstico de resolución mediante la terapia sexual, por lo que, si llevas algún tiempo sintiendo malestar y no puedes vivir tus relaciones sexuales con alegría y gozo, tal vez sea un buen momento para compartir lo que te sucede con unx especialista y aprender a disfrutar del sexo sin ansiedades.
BIBLIOGRAFÍA
- Agnes Van Minnen & Mirjam Kampman (2000) The interaction between anxiety and sexual functioning: A controlled study of sexual functioning in women with anxiety disorders, Sexual and Relationship Therapy, 15:1, 47-57, DOI: 10.1080/14681990050001556
- Barlow, D. H. (1986). Causes of sexual dysfunction: The role of anxiety and cognitive interference. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 54(2), 140–148. https://doi.org/10.1037/0022-006X.54.2.140
- Bancroft, J., & Janssen, E. (2000). The dual control model of male sexual response: A theoretical approach to centrally mediated erectile dysfunction. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 24(5), 571-579.
- Marrone, M., Diamond, N., & Juri, L. (2001). La teoría del apego: un enfoque actual (pp. 103-132). Madrid: Psimática.
- Kaplan, H. S. (1988). Anxiety and sexual dysfunction. The Journal of Clinical Psychiatry, 49, 21-25.
- Corretti, G., & Baldi, I. (2007). The relationship between anxiety disorders and sexual dysfunction. Psychiatric Times, 24(9), 16-21.
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Consultas y dudas sobre Ansiedad Sexual | Qué es y cuáles son sus causas
Es necesaria una terapia para superar esta ansiedad o con el tiempo podría desaparecer?
Respondido por Lucía Jimenez el 19/01/24
Buenos días, quisiera saber si tiene consulta para asistir con mi mujer para hablar de varios temas que hace que tengamos problemas entre nosotros
Respondido por Lucía Jimenez el 15/01/24
puede tener relación l yaculacion retardada con la ansiedad? tiene solución la yaculacion retardada ? como solucionar la ansiedad? Muy interesante el articulo. Gracias
Respondido por Lucía Jimenez el 15/01/24
Holla que debo hacer, es que tango igual como escrive aqui, ansiedad sexual,que debo hacer
Respondido por Lucía Jimenez el 15/01/24
Hola, muchas gracias por el artículo. Me ocurre que con mi pareja (hombre) ya no tengo tanto deseo sexual como antes, y las relaciones no son tan satisfactorias, mi cabeza se va a otra parte y me cuesta mucho más llegar, pero sobre todo me preocupa que últimamente me molesta o duele cuando la penetracion es profunda (perrito, por ejemplo) cuando antes creo que no ocurría. En cambio me gustaría cumplir algunas fantasías pero temo insistir o que se conviertan en parafilias y solo pueda correrme con ellas. Me da miedo que sea sinónimo de que algo no funciona en la pareja. Por lo demás lo quiero mucho, la comunicación es fluida en la cama y en general, llevamos un año y últimamente he tenido bastante estrés, por lo que pienso que puede ser ansiedad, pero no tengo otros síntomas psicológicos y como suelo tener recursos para gestionar estas situaciones de estrés, no tengo claro que sea necesario consultar con una persona experta en sexología, quizá en lugar de ayudar empeore la situación. Total, que la duda es: ¿cuándo, bajo qué criterios, puede ser conveniente consultar, y qué indicadores podemos buscar en un profesional para saber si puede ayudarnos? Dado que la psicología no es matemáticas. Mil gracias
Respondido por Lucía Jimenez el 14/01/24
Hola hace un tiempo me compré un vibrador para la penetración vaginal y cada vez que lo intento cuando estoy excitada y cojo el lubricante no me entra y me duele bastante, y tengo miedo que cuando llegue a tener relaciones sexuales me pase lo mismo
Respondido por Lucía Jimenez el 14/01/24
Hola, cómo puedo controlar mi eyaculación? Duro bastante y en ocasiones no puedo llegar
Respondido por Lucía Jimenez el 14/01/24
Hola, cómo puedo controlar mi eyaculación? Duro bastante y en ocasiones no puedo llegar
Respondido por Lucía Jimenez el 14/01/24
Es necesaria una terapia para superar esta ansiedad o con el tiempo podría desaparecer?
Respondido por Lucía Jimenez el 12/01/24
Como puedo hacer para durar más en la cama y no pensar en que me voy a correr pronto
Respondido por Lucía Jimenez el 10/01/24
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