Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga y sexóloga Arola Poch el 5 de diciembre de 2023.
Hablar de posturas en el sexo siempre llama la atención. Si no que se lo digan al Kamasutra, un libro que ha pasado a la historia como un catálogo de posiciones para tener relaciones sexuales cuando ese contenido solo ocupa una parte del total. En realidad, aprovecho para aclararlo, es un tratado sobre el amor y las relaciones de pareja en un sentido más amplio. Entre las posturas hay de todo tipo: clásicas, innovadoras, infra y sobrevaloradas (esto va a gustos personales), vistosas, atléticas, etc. En este artículo vamos a hablar de una de las primeras: la cucharita. Se trata de una postura bastante conocida, quizás hay quien puede considerarla tranquila comparada con otras y a lo mejor incluso hay quien la infravalora. En cualquier caso, la postura de la cucharita es una buena opción para convertirse en un básico de nuestro fondo de armario erótico.
El Kamasutra ilustrado.
¿QUÉ ES LA POSTURA DE LA CUCHARITA?
También conocida por su nombre en inglés, spooning, en esta posición dos personas se acuestan juntas normalmente de lado y ambas mirando en la misma dirección. La persona que se sitúa delante (habitualmente la más menuda) le da la espalda a la de detrás (habitualmente la de mayor tamaño) quedando el culo de la primera a la altura de los genitales de la segunda. El nombre de la cucharita viene por el símil de dos de estos utensilios de comida juntos. Si bien puede ser una postura sexual también lo es de intimidad, afecto y puede ser ideal para acurrucarse cariñosamente con la pareja.
Se trata de una postura bastante cómoda al estar ambas personas recostadas, con lo que puede ser interesante para esos momentos en que el cansancio está presente pero aún nos quedan ganas para compartir un ratito de placer. De hecho, a lo mejor ni nos habíamos planteado un rato de sexo, pero la cercanía hace que los cuerpos y el deseo entren en acción gracias al estrecho contacto físico que se genera. Y es que el tacto es un sentido muy estimulante, no en vano la piel es nuestro principal órgano sexual. También puede ser muy recomendable durante el embarazo, sobre todo en el tercer trimestre, cuando la barriga ya está teniendo más presencia.
VARIANTES DE LA POSTURA DE LA CUCHARITA
Estimulación manual. La persona que se sitúa detrás va a tener las manos libres y en una posición muy directa para poder tocar el cuerpo de la otra persona, buscar sus zonas erógenas, masturbar… Y quien está delante también puede tocar a la de detrás, aunque tendrá menos ángulo, pero caricias que no falten.
Se puede practicar penetración vaginal o penetración anal.
Combinar la penetración con masturbación (aprovechando que las manos quedan libres y con fácil acceso al cuerpo de la otra persona).
El uso de juguetes también es muy interesante en esta postura. Pueden ser desde un arnés (si queremos practicar pegging, penetración anal a hombres por su acompañante mujer), hasta vibradores de diferentes tipos. Va a sumar unas sensaciones muy potentes.
Las cabezas también están juntas, con lo que se pueden susurrar cosas al oído, más suaves o menos (dirty talk) en función de vuestros gustos. También escucharemos la respiración de la otra persona que, con sus cambios de ritmo, ya por sí sola puede ser excitante.
Se puede aprovechar para girar la cabeza y mirar a la pareja, generando así mayor intimidad o morbo.
La persona que está delante puede abrir o juntar más las piernas en el momento de la penetración, probando así diferentes ángulos y profundidades de penetración.
Si se quiere algo más intenso se puede atar a la persona que está delante o incluso llevar la mano a su cuello (esto siempre con mucha prudencia, por favor). Todo hablado, consensuado y hecho de manera sensata, por supuesto.
También es una buena postura al finalizar las relaciones sexuales, para ese momento aftercare de después, donde si la oxitocina y otras hormonas hacen efecto es posible que apetezca compartir abrazos, cariño y afecto.
Variantes de la postura.
VENTAJAS DE LA POSTURA DE LA CUCHARITA
Sea cual sea la variante que se prefiera, la cucharita tiene una serie de ventajas. Algunas tienen que ver con el contacto corporal intenso que hay entre las dos personas. Eso puede provocar mayores sensaciones ya que toda la piel tiene terminaciones nerviosas que son las responsables del placer. En definitiva, piel con piel aumentan las sensaciones. Esta cercanía física que puede traducirse también en un efecto abrazo, sensación de seguridad, mayor intimidad y conexión emocional.
En penetración vaginal es frecuente notar mayor estimulación del punto o zona G (situado en la pared anterior de la vagina) y en penetración anal en hombres se puede notar mayor estimulación del punto o zona P (situado en la pared anterior del recto). Hay que tener en cuenta, también, que en esta postura puede que el pene se salga con mayor facilidad, así que son recomendables recorridos cortos.
Otra ventaja interesante es que es una postura cómoda al estar ambas personas tumbadas. Aunque cuidado porque si se está mucho tiempo en la misma postura puede venir la sensación de que se duerme el brazo, la pierna o alguna otra parte del cuerpo.
Por supuesto, los beneficios sexuales de esta o de cualquier otra práctica variarán según las preferencias individuales y la dinámica de la pareja. Siempre es recomendable una comunicación abierta y clara y la exploración mutua para sacarle todo el jugo a la postura de la cucharita o a cualquier otra práctica sexual.
¿Qué ventajas tiene la cucharita?
RECOMENDACIONES PARA DISFRUTAR AÚN MÁS DE LA POSTURA DE LA CUCHARITA
Un juguete sexual puede ser un gran aliado en esta postura. Cualquier vibrador o succionador que os guste combinado con la penetración o sin ella aportará buenas sensaciones. En el caso de que la persona situada delante tenga clítoris y le guste su estimulación directa, un juguete que masajee esa zona es especialmente recomendable.
Si se practica pegging, añadir al juego un arnés con dildo.
Cerrar los ojos (o vendarlos) y concentrarse en las sensaciones que llegan por los otros sentidos. Hay mucha estimulación por tacto y también por el oído, con lo que es posible que se sientan cosas diferentes.
No hay que centrarse solo en la penetración, se puede aprovechar esta postura para acariciarse más o menos intensamente. Es interesante dedicar un tiempo sin prisas a tocarse y a notar las sensaciones de la piel de todo el cuerpo en contacto con el cuerpo de la otra persona.
Se tiende a imaginar que la persona más corpulenta se situará detrás pero también podemos probar a cambiar de lugar y de rol.
La postura de la cucharita es versátil, admite desde variaciones más suaves hasta más intensas, generando siempre un contacto profundo e íntimo que favorece la conexión. Sirve durante el encuentro sexual y también para descansar después manteniendo la intimidad y las buenas sensaciones. Recomendamos explorarla para sacarle todo su potencial y seguro que, si no estaba ya, la incorporarás a tu catálogo de posturas favoritas.
Disfruta aún más de la postura de la cucharita.
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