Excitación sexual | Por qué y cómo aumentarla

La excitación sexual es algo que todos y todas hemos experimentado en mayor o menor medida en alguna ocasión pero ¿conocemos el proceso de excitación verdaderamente? Hoy vamos a descubrir a fondo el proceso de la excitación sexual, su importancia para nuestra salud y disfrute sexual, así como los beneficios de aumentarla tanto en hombres como en mujeres.

¿QUÉ ES LA EXCITACIÓN SEXUAL?

La excitación es una de las partes estrella de la respuesta sexual humana por la que tanto el cuerpo como la mente se predisponen para llevar a cabo todas las funciones sexuales. Principalmente, nuestros genitales responden en búsqueda de aumentar el placer y de facilitar el proceso de la reproducción.

A nivel físico esta respuesta consiste principalmente en la erección, tanto del pene en el hombre como del clítoris en la mujer. Los genitales aumentan de tamaño tras llenarse poco a poco y cada vez más de sangre. Así aumentan las sensaciones y la probabilidad de alcanzar un orgasmo y/o eyaculación.

En paralelo, los testículos del hombre ascienden acercándose más al pene y la vagina de la mujer lubrica y se vuelve más elástica.

A nivel mental nuestra imaginación se despierta y aparece el deseo de búsqueda de más placer y conexión con la piel, ya sea del otro, ya sea propia. Habitualmente se desarrollan fantasías sexuales que en cada persona pueden ser de distinta tipología.

De qué hablamos cuando hablamos de excitación.

CAMBIOS DURANTE LA FASE DE EXCITACIÓN

Como mencionábamos antes, la excitación es una parte o una fase de la respuesta sexual. Habitualmente suele ser la segunda fase cuando el deseo sexual inicial está presente, aunque también es posible que sea la primera fase de toda la respuesta, ya que el deseo a veces se desencadena precisamente a partir de esta excitación previa.

Los cambios durante la excitación son tanto físicos como mentales y ponen a nuestro organismo completo en un estado de alteración placentera. Nuestro pulso se acelera, las pupilas se dilatan y es habitual que aparezca tanto sudoración como tensión física.

Durante siglos se ha pensado que la excitación femenina y la excitación masculina funcionaban de forma diferente. Hoy por hoy sabemos que esto no ocurre así y que a nivel físico se produce la misma erección genital, esa sangre que invade las miles de venas pequeñas de nuestra entrepierna. A nivel más mental tampoco existen tantas diferencias entre sexos ya que la realidad es que depende más de cada persona que del hecho de ser hombre o mujer.

Cómo cambia la excitación.

BENEFICIOS DE DARLE LA IMPORTANCIA QUE SE MERECE A LA EXCITACIÓN

Muchas personas centran erróneamente toda la importancia y el placer de la relación sexual en el orgasmo, la última fase de la respuesta sexual. Sin embargo, esta puede ser una gran limitación ya que, exista o no la fase orgásmica, todo el proceso de excitación puede ser verdaderamente placentero.

Además, cuanto más elevada esté la excitación durante todo el juego sexual, generalmente mayor intensidad tiene el orgasmo. Gracias a una excitación elevada y adecuada la sensación de disfrute aumenta, la situación te envuelve en un aurea única de placer y la sensación de satisfacción y conexión con la pareja es mayor.

Por ello, tenemos que recordar siempre que es gracias a la excitación que todo nuestro cuerpo responde sexualmente. No solo provoca placer y deseo, sino que mejora la lubricación, la flexibilidad de los tejidos y la dilatación necesaria para los juegos sexuales con penetración. La penetración vaginal pero, sobre todo, la penetración anal requieren de un nivel de excitación alto para poder ser disfrutadas por quien es penetrado.

Por todo esto es importante darle la relevancia que tiene a la excitación, ya que es fase central de todo el disfrute sexual.

La excitación es muy importante.

CÓMO ELEVAR LA EXCITACIÓN

Elevar la excitación en solitario

Para excitarnos no necesitamos de nada ni de nadie, pero sí necesitamos una buena predisposición por parte de cada uno de nosotros/as. Para elevar la excitación es importante estar relajado y dedicarse un tiempo, las prisas no son aliadas de una alta excitación.

Si esto que te estoy comentando te recuerda a la importancia del autoconocimiento estás en lo cierto. Para elevar nuestra excitación debemos de conocernos bien y saber qué nos gusta y qué no, nos excita y que nos provoca rechazo, también qué nos excita más y menos gradualmente.

Gracias al autoconocimiento podremos regular nuestra excitación para adecuarla a nuestro disfrute, esto es algo también aplicable en pareja. Esto es algo que trabajamos habitualmente los pacientes en consulta y que requiere de una reflexión previa… ¡también de atreverse a probar!

Además, como hemos mencionado, la excitación ocurre por todo el cuerpo y también en nuestra mente. Por ello, para elevarla es importante implicar todas las partes del cuerpo que nos sean posibles para disfrutar de cada rincón, no ceñirnos únicamente a los genitales.

De hecho, una fórmula habitual para aumentar la excitación es no ir directamente a los genitales y comenzar la estimulación por otras partes del cuerpo más lejanas pero que también nos proporcionen placer.

A nivel mental será súper importante estimular las fantasías y dejar nuestra mente volar sin límites. Debemos de darnos permiso para esto ya que las fantasías son un entorno seguro de exploración que, además, podemos estimular con todo tipo de videos, lecturas, audios, imágenes… ¡No hay barreras para la imaginación!

Elevar la excitación en pareja

Estando en pareja podemos aplicar estas mismas pautas y, además, seguir algún consejo extra como:

• Recurrir a masajes y roces con todo el cuerpo, dejando los genitales para lo último. Si utilizamos un aceite para masajes eróticos la excitación puede multiplicarse.

• Utilizar aromas, velas y todo tipo de decoración sensual que nos haga entrar en un contexto erótico y excitante.

• Probar lugares y contextos diferentes para salir de la rutina y convertirlo en una experiencia diferente y más excitante.

• Recurrir a juguetes que nos puedan aportar sensaciones diferentes y únicas que no podríamos disfrutar de otras maneras.

Recuerda siempre que aún estando en pareja “nuestro cuerpo es únicamente nuestro” por lo que solo nosotros somos dueños de nuestro placer y de nuestra excitación. Merece la pena insistir de nuevo en la importancia del autoconocimiento en este sentido.

Elevar la excitación es posible.

TRASTORNOS DE LA EXCITACIÓN SEXUAL

En la excitación no siempre todo sucede perfecto, a veces también ocurren problemáticas en esta fase de la respuesta sexual. La más conocida de todas es la famosa disfunción eréctil aunque en las mujeres también pueden ocurrir habitualmente trastornos de la excitación y, por supuesto, las problemáticas pueden ir mucho más allá de la esfera física.

A veces lo que nos sucede es que nuestro cuerpo no responde como debería o como deseamos, por ejemplo, sin una buena erección en el hombre o sin lubricación en la mujer. Otras veces es nuestra mente que le cuesta “entrar en el juego”.

Sea como sea, si sientes que tu excitación no es la adecuada o que no puedes disfrutarla como antes lo mejor es acudir a un terapeuta sexual para valorar la situación y ponerte en marcha hacia una solución.

Hoy hemos aprendido que la excitación es una fase importantísima de la respuesta sexual, saludable y placentera. Cuidar y elevar nuestra excitación resulta esencial no solo para el proceso sexual en si mismo sino también para la propia satisfacción.

Conocer cómo nos excitarnos y disfrutar de ello es ahora nuestra nueva misión.

• Todas las imágenes de este artículo han sido diseñadas y creadas por Diversual y no podrán usarse sin consentimiento previo.

¿Te ha gustado? Recibe contenido similar en tu correo.