Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga y sexóloga Rosa Navarro el 09 de enero de 2023.
¿Te gusta hacer o que te hagan cosquillas? Si has dicho “sí”, ¡estás de suerte! Y si tu respuesta a esta pregunta ha sido un “no”, pero te decimos que es posible llegar al orgasmo solo con las cosquillas eróticas, quizá la cosa cambie, ¿verdad…?
Tickling, el placer de las cosquillas eróticas.
Así que, si te apetece innovar en las prácticas sexuales, te recomendamos que te apuntes a esto del tickling.
El placer de las cosquillas
¿QUÉ ES EL TICKLING?
El tickling consiste en hacer cosquillas eróticas ya sea antes, durante o después del sexo. Seguramente no son el tipo de cosquillas en las que estás pensando ahora mismo, sino algo un poco más hot.
Las cosquillas también son una forma de exploración y de descubrir lo que tu pareja de juegos prefiere.
La piel es el órgano más grande que tienes en tu cuerpo, por eso las cosquillas permiten a la pareja explorar aún más en el placer haciéndolo de formas nuevas y creativas.
El tacto es, de tus cinco sentidos, uno de los que más importancia tiene en las relaciones sexuales, pero cambia mucho la intención con la que una caricia o unas cosquillas se realizan: la sensualidad, el misterio, el erotismo… todo suma a la intención de estimular.
Si cualquier caricia es considerada ya casi un cosquilleo, esto puede traducirse también en orgasmos si sabemos cómo y dónde tocar... Así que sí, las cosquillas también pueden llevarte al clímax y esta vez no de la risa, sino del placer.
Mucho más que unas cosquillas
¿CÓMO PRACTICAR TICKLING?
Para disfrutar del tickling debes estimular con pequeñas caricias tooooda la piel, ya sea ayudándote de las manos o con otros complementos como plumas, pañuelos de seda, telas…
Práctica consensuada: pregunta antes.
Hay personas que son especialmente sensibles en determinadas zonas de su cuerpo, como puede ser la planta de los pies, o que simplemente no quieren jugar o no toleran bien las cosquillas. Antes de empezar con cualquier práctica erótica, de cualquier tipo, debes pactar con la otra parte si se va a sentir cómoda con los juegos que vais a realizar y marcar cuáles serán vuestros límites. El consentimiento debe de estar presente siempre.
Recorre todo el cuerpo.
No te olvides de recorrer todo el cuerpo ya que no se trata de hacer cosquillas en una única zona: presta atención a otras partes quizá olvidadas como las mejillas, los labios, la nariz, las nalgas, la cara interna de los brazos y los muslos… y sobre todo presta atención a las reacciones del cuerpo y el lenguaje no verbal de la persona que está recibiendo las cosquillas.
Varía los movimientos.
Las cosquillas deben de ser imprevisibles para que no pierdan la capacidad de sorprender. Variar los movimientos, de arriba abajo, haciendo círculos, saltando de una zona a otra… puede ser una buena forma de sorprender a tu pareja de juegos.
Juega con la intensidad.
Dependiendo de si vas a usar tus dedos u otros accesorios, puedes jugar con la fuerza que vayas a ejercer sobre el cuerpo de tu pareja de juegos. Pon especial cuidado en zonas más sensibles como los pezones o la planta de los pies, y realiza más presión/fuerza sobre otras zonas como el torso, la espalda, los glúteos… Empieza siempre de menos a más hasta acostumbrarte a las sensaciones y observa las reacciones de la otra parte.
Presta atención a los genitales.
El tickling puede parecer un juego inocente, pero lo que buscamos con estas sensaciones es despertar tooooodos los sentidos y que ese juego acabe como ambxas partes queráis. Presta atención también a las zonas erógenas como: el clítoris, los labios vaginales, alrededor del glande, los testículos, la zona perianal… Todo serán sensaciones nuevas.
Alterna con otras sensaciones.
Un pequeño soplido a tiempo, un poco de vibración con un gel vibrador o de efecto frío/calor… ese cosquilleo extra puede marcar la diferencia y aumentar el placer hasta cotas que ni te imaginas.
Crea tu propio mapa del placer.
Tú tienes la hoja de ruta de tu propio placer. Combina diferentes movimientos, intensidades, zonas de estimulación… hasta encontrar el camino perfecto para ti que te haga disfrutar más de la experiencia.
Cambia las reglas del juego.
Cuando sea tu turno de recibir las cosquillas, puedes jugar a guiar a la otra parte (o hacer que te guíen a ti) y recibir órdenes recorriendo la anatomía de tu pareja como a ella le apetece en cada momento. Es una forma diferente de saber qué le gusta (y cómo) y os ayudará a conectar más y mejor.
ACCESORIOS PARA PRACTICAR TICKLING
Para practicar el tickling solo necesitas piel con piel: tus manos, la yema de tus dedos, los codos… cualquier zona de tu cuerpo que pueda acariciar y hacer cosquillas a la otra parte, ¡servirá! Pero todo es mejor si añadimos un extra de placer. ¡Toma nota!
- PLUMAS DE MASAJE
Las plumas de masaje son un componente importante si estás pensando en hacer de las cosquillas una experiencia única.
Cómo disfrutar aún más del tickling.
MÁSCARAS Y ANTIFACES
Utilizar máscaras eróticas y/o antifaces privan del sentido de la visa, haciendo que se inhiba el poder de la anticipación y que tu pareja no sepa qué va a pasar a continuación. Además, al eliminar momentáneamente el sentido de la vista, el resto de los sentidos estarán más alerta. Las sensaciones se multiplicarán por sí solas.
CUERDAS BONDAGE Y ESPOSAS ERÓTICAS
Inmovilizar durante los juegos puede añadir ese extra de dominación/sumisión a una sesión de cosquillas eróticas. Para disfrutar de los distintos roles es mucho más seguro utilizar cuerdas y ataduras que te ayuden a controlar la situación.
VELAS Y ACEITES DE MASAJE
Tanto las velas como los aceites de masaje cumplen una doble función, ya que estimularán el olfato a la vez que transforman una simple caricia en algo extraordinario.
Velas y aceites.
GELES CON EFECTOS
Y si quieres un extra de excitación para las cosquillas, añade un gel de placer con efecto frío/calor como nuestro gel triple placer o un vibrador líquido como el vibrador líquido piruleta. Aplica una pequeña cantidad, espera unos segundos para empezar a sentir sus efectos y ¡voilà!
Disfruta de los geles con efectos.
Ahora, ¡ya lo sabes! Realizar una sesión de cosquillas eróticas puede ayudarte a salir de tu rutina (y la de tu pareja) y crear una experiencia que os una mientras probáis nuevas prácticas. Disfruta de más momentos íntimos como este y sorprende con el placer de las cosquillas.
Todas las imágenes de este artículo han sido diseñadas y creadas por Diversual y no podrán usarse sin consentimiento previo.
Pregunta a la sexóloga