Probar cosas nuevas en el sexo. ¿Por dónde empiezo?

Probar cosas nuevas en el sexo. ¿Por dónde empiezo?

| Arola Poch

Este artículo ha sido escrito y validado por la psicóloga y sexóloga Arola Poch el 16 de febrero de 2021.

Hay personas a las que les gusta repetir restaurante cuando salen a cenar. "Allí se come bien, ya conocemos qué nos gusta y nos tratan estupendamente" Un día piden un plato y otro, otro. A veces con postre y otras, no. En cambio, hay otras personas a las que les gusta descubrir sitios nuevos cada vez que salen. "Con la cantidad de restaurantes que hay, ¿por qué ir siempre al mismo sitio?"

No hay que hacer siempre lo mismo

¿Por qué hacer siempre lo mismo?.

Quién habla de restaurantes, habla de prácticas sexuales. Hay personas con ganas de experimentar cosas nuevas, de descubrir nuevos placeres y eróticas y hay otras que, aun conociendo la diversidad de posibilidades, se quedan con su postura favorita porque es la que más satisfacción les provoca. Y, por cierto, ambas opciones son fantásticas.

A veces da la sensación que probar mucho es mejor, porque eso nos hace más liberados o más empoderados o menos aburridos, cuando para nada es así. En sexualidad –como en todo en la vida– se trata de hacer lo que cada uno quiera, aquello que le hace sentir bien. Es importante conocer que existen opciones y ver la sexualidad desde un punto de vista positivo, sin prejuicios. Y si teniendo esa visión sex-positive lo nuestro no es innovar porque no lo necesitamos, fenomenal. El italiano de todos los sábados cocina muy sabroso.

¿CÓMO SON LAS PERSONAS A LAS QUE LES GUSTA DESCUBRIR COSAS NUEVAS?

Vamos a quedarnos con ese otro grupo de personas, esas que sí necesitan explorar y descubrir otras prácticas eróticas. Hay un rasgo de la personalidad que se denomina apertura a la experiencia. Las personas con esa característica se exponen más al cambio y tienden a tomar más riesgos que el promedio de personas.

Seguro que os suena la expresión "zona de confort", las personas con este rasgo de personalidad suelen salir de esa zona más frecuentemente. O, mejor dicho, agrandan su zona de confort incorporando nuevas experiencias. Las personas creativas, imaginativas, curiosas y con afición a la innovación suelen ser más abiertas a la experiencia que las personas que tienen un pensamiento más estructurado.

Por otro lado, la erotofilia es otra dimensión de la personalidad que expresa la predisposición que tenemos a responder a estímulos eróticos de forma positiva. Se relaciona con la apertura mental, la curiosidad por conocer y entender la sexualidad, con la rotura de prejuicios y estereotipos.

La combinación de ambos rasgos, apertura a la experiencia y erotofilia, es un cóctel perfecto para querer probar otras cosas en el sexo.

Apertura a la experiencia y erotofilia

Apertura a la experiencia y erotofilia, el cóctel perfecto para probar cosas nuevas.

¿CÓMO ADENTRARNOS EN PRÁCTICAS SEXUALES MENOS FRECUENTES?

Tenemos la predisposición, las ganas y… ¿ahora qué? En los encuentros eróticos normativos existe un guion más o menos claro de qué hacer. Pero fuera de ahí se abre un mundo de posibilidades: fetichismo, azotes, bondage, juegos de rol, exhibicionismo, dominación, etc.

Es como plantarse delante de un listado de restaurantes y tener que decidir a cuál vas. Las críticas de tripadvisor te pueden ayudar pero a lo mejor los gustos de otros no son como los míos. A lo mejor, no. Lo más seguro. Entonces, ¿qué práctica erótica es la que me va a gustar más?

Obviamente la respuesta solo la puedes saber tú, pero voy a intentar darte algunas ideas que te ayuden a llegar a esa respuesta.

  • 1.- Analiza qué te gusta.

    De todas las posibilidades que hay en la erótica habrá cosas que te llamarán más la atención que otras. Y eso es algo que solo tú puedes saber. Quizás te llama la atención la dominación o quizás el papel de sumiso o sumisa. Puede que te apetezca probar la estimulación de otras partes del cuerpo o vestirte con una lencería de lujo para verte de otra manera. O a lo mejor fantaseas con los azotes (darlos o recibirlos).

    También puede pasar que no se tenga claro cuáles son los gustos pero sí se tiene claro lo que no apetece para nada. «Que me inmovilicen me pone muy nerviosa». Pues ya sabes que el bondage (las ataduras) no son para ti.

    Crea una lista

    Haz una lista para analizar mejor lo que te gusta.

  • 2.- Infórmate

    Busca información sobre lo que te gusta, aclara tus dudas. Hay webs, cursos o personas especializadas en los temas. Por supuesto, según la práctica que quieras probar, necesitarás más o menos información. No es lo mismo querer usar una lencería provocativa donde tendrás que buscar tienda, conjunto y poco más, que querer introducirte en el mundo BDSM donde sí hay mucho más que investigar.

  • 3.- Habla claramente sobre los gustos con tu acompañante.

    Aquí entramos en un punto importante: la pareja de juegos. La situación ideal para el tema que nos ocupa es tener un/a acompañante que también tenga ganas de probar cosas nuevas, de explorar y se acople a tus gustos. ¿Complicado? Puede, pero no imposible. Si es así, recomiendo que habléis de esa práctica nueva que queréis probar. Hacer las cosas por sorpresa puede salir bien y tener una noche de sexo maravillosa y excitante. O puede salir fatal y que acabes con cara de tonto aguantando los lazos de seda para amarrar a la cama.

    Para aquellos que no están en ese caso, en el de tener una pareja que quiera probar cosas nuevas o entrar en sus gustos, la estrategia ha de ser otra y pasa por ir ampliando los límites, la zona de confort, en la medida de lo posible. Esta situación es compleja y requerirá de un artículo específico (próximamente).

    Comunícate

    Comunica tus deseos a tu pareja.

  • 4.- Prueba.

    Recuerda que hay cosas que en la fantasía funcionan muy bien y en la realidad tienen sus cosillas. Así que mejor idealizar lo justo. Dejarse llevar, probar, disfrutar. Siempre con sensatez. En prácticas vinculadas con el BDSM es mejor quedarse un poco corto y con ganas de más, que pasarse de frenada. Siempre habrá tiempo para ampliar intensidades.

    Prueba

    Prueba siempre con sensatez.

  • 5.- ¿Repites?

    Si tienes o tenéis ganas de repetir, buena señal. Habéis ampliado vuestro rango de prácticas eróticas y, con ellas, vuestro disfrute. Y si la experiencia no ha sido tan buena, pues tampoco pasa nada, una experiencia más.

    ¡Ah! Y si alguien se encuentra en una situación nueva y le apetece y no ha pasado por estas fases. ¡Adelante! Sin olvidar la sensatez y la prudencia, por supuesto. En definitiva, si en tu interior hay una Dora exploradora libidinosa, déjala salir. Hacer lo que nos apetece con libertad y sin prejuicios, es un paso hacia el bienestar personal.

    Ten en cuenta que cada persona es un mundo y que descubrirnos y conocernos ayuda a aceptarnos tal y como somos, también en el terreno sexual. Y como apunte final, recordaros que todas las opciones sexuales son perfectamente normales. Si sientes que te gusta algo diferente grábate a fuego que “Lo normal es ser raro” y si conoces a alguien con otros gustos, sé empático y respetuoso. Puede que no vaya contigo esa otra forma de disfrutar, pero es tan válida como la tuya.

    Repetir es buena señal

    Si quieres repetir ¡será buena señal!

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Arola Poch
Arola Poch

Licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona y en Comunicación Audiovisual por la UOC, ha realizado un Máster en Sexología por la Universidad Camilo José Cela, además de un postgrado en Crecimiento sexual y Terapia de Pareja por el Instituto Gomà. Ver más.

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