Este artículo ha sido verificado y aprobado por la ginecóloga y obstetra Miriam Al Adib el 24 de enero de 2023.
Queremos que sigas disfrutando de tu sexualidad de forma segura y lo más placentera posible, por eso es importante saber qué tipo de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) existen, qué síntomas las acompañan y sobre todo cómo puedes prevenirlas. La información es poder, y en cuanto a sexualidad y prevención se refiere aún más. Conocer las diferentes ITS te ayudará a estar mejor preparadx para prevenirlas y disfrutar de tu sexualidad plenamente. ¿Empezamos…?
1 de cada 2 personas sexualmente activas contraerán una ITS antes de cumplir 25 años, y la mayoría ni siquiera lo sabrá.
La mitad de la población sexualmente activa contraerá una ITS antes de los 25 años.
¿QUÉ SON LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL?
Las ITS son, como su propio nombre indica, Infecciones de Transmisión Sexual que serán de más o menos gravedad según el tipo. Su contagio se da por contacto físico durante las relaciones eróticas, ya sea a través de prácticas genitales, orales o anales. Lo que diferencia a una ITS de otra es el tipo de organismo que lo causa: un virus, una bacteria, un tipo de parásito… así como los efectos que puede provocar y las lesiones que producirá en el organismo.
No siempre que desarrollamos una ITS se desarrolla también una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual). Es por eso que, desde hace un tiempo, se prefiere utilizar el término ITS, evitando a su vez vincular la palabra “enfermedad” a las relaciones sexuales.
Algunas ITS pueden curarse de manera sencilla con antibióticos u otro tipo de medicamentos, pero debes tener en cuenta que otras ITS son incurables y pueden tener consecuencias muy graves si no se tratan adecuadamente.
Conocer las diferentes ITS hará que estés mejor preparadx para su prevención.
EL RIESGO SEGÚN LAS PRÁCTICAS SEXUALES
Como ya te hemos explicado, las ITS pueden contagiarse en diferentes prácticas sexuales: genitales, orales u anales. Pero además, ese riesgo de contagio pude valorarse también en función de otros factores.
Según el tipo de prácticas: las prácticas que implican penetración del pene en la vagina o el ano tienen un riesgo alto de contagio. Prácticas como el intercambio de juguetes o el roce genital-anal o buco-genital tienen un riesgo medio. Mientras que la masturbación mutua, los besos, y los masajes tienen un riesgo bajo.
Grado de riesgo según el tipo de prácticas.
Según la duración: cuanto mayor duración tenga la práctica erótica, mayor riesgo implicará.
Según la intensidad: si realizamos prácticas eróticas bruscas o muy enérgicas, hay muchas posibilidades de que se produzcan más heridas, pequeñas abrasiones, desgarros… dañando así los tejidos y facilitando la infección. Es especialmente importante tener esta información en cuenta si vamos a practicar BDSM. Para más información sobre la sexualidad kinki, te recomendamos nuestra guía de iniciación al BDSM con total seguridad.
Según el consumo de otras substancias: el alcohol y el uso de drogas antes o durante las relaciones eróticas puede hacer que el comportamiento se deshiniba, alterando así la percepción que se tiene del riesgo y tomando decisiones erróneas.
Recuerda que además del contagio por una ITS, otro de los riesgos en las prácticas eróticas son los embarazos no deseados. Si quieres información sobre los distintos métodos anticonceptivos, te recomendamos leer nuestra guía sobre anticonceptivos para saber cuál sería el más adecuado para ti en cada momento.
CÓMO REDUCIR RIESGOS EN LAS PRÁCTICAS SEXUALES
Dependiendo de los diferentes tipos de prácticas sexuales y de los riesgos, debemos de tomar unas medidas de protección adecuadas.
1. PENETRACIÓN
Las prácticas que incluyen la penetración por parte del pene, los dedos o de otros objetos como juguetes eróticos, tienen un alto riesgo de contacto entre los fluidos y las mucosas lo que puede hacer que las ITS se transmitan de una persona a otra. Este contacto se puede dar tanto en la vagina como en el ano, de forma directa, indirecta, o a través de aquello con lo que se penetra…
Además, si estas prácticas se realizan durante la menstruación, el riesgo aumenta considerablemente. Si a todo esto sumamos la posibilidad de que se produzcan heridas, el sangrado hace aún mayor el riesgo de contraer algunas ITS como el VIH o determinados tipos de hepatitis.
Por eso te recomendamos utilizar siempre preservativo, ya sea en el pene, preservativo vaginal, o en los juguetes que vais a utilizar. En nuestra Academia Erótica tenemos una guía completa para elegir condón. Si además necesitas información sobre estos y otros métodos anticonconceptivos, te recomendamos revisar nuestra guía de métodos anticonceptivos.
Es importante que cambies el preservativo si se alterna penetración vaginal con penetración anal, así como si vas a compartir los dildos y juguetes eróticos.
Diferentes tipos de preservativos.
2. SEXO ORAL BUCO-GENITAL/BUCO-ANAL
Estas prácticas son todas aquellas en las que se besa, lame, chupa… la vulva (conocidas como cunnilingus), el pene (felación) o el ano (beso negro o anilingus).
Es importante utilizar un método de barrera cuando se realizan este tipo de prácticas. Quizá no lo sabes, pero existen unas láminas generalmente fabricadas en látex, que sirven para que puedas disfrutar al máximo del sexo oral de forma segura sin que tu salud pueda verse comprometida.
3. ROZAMIENTO GENITAL Y ANAL
Las prácticas en las que hay roce entre los genitales o con otras partes del cuerpo pueden suponer un riesgo para la transmisión de la ITS. En este tipo de prácticas hay contacto directo entre los fluidos corporales y las posibles lesiones de la piel como puedan ser verrugas, pequeñas llagas, etc…
Para reducir los riesgos en este tipo de prácticas seguimos recomendando el uso de preservativo y de las láminas de látex, como en el caso de la penetración y del sexo oral.
Además, será muy importante comprobar que no hay verrugas alrededor de zonas como los genitales, la boca o el ano, y evitar el contacto directo con el semen en el caso de la eyaculación, y con sangre en el caso de que haya menstruación.
Ten en cuenta que la depilación genital puede conllevar un roce más directo, sobre todo si se ha hecho justo antes de la práctica erótica y se han producido cortes o pequeñas heridas.
SÍNTOMAS DE LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
En la mayoría de los casos, las ITS no tienen apenas síntomas o son poco visibles. Es por eso que se acaba facilitando su transmisión, ya que puedes no saber que estás infectadx y continuar haciendo tu vida sin tomar las precauciones adecuadas.
Presta especial atención si notas algunos de los siguientes posibles síntomas:
Verrugas, llagas, ampollas… cerca de la boca o de la zona genital.
Dolor en tu abdomen, entre el ombligo y los genitales.
Flujo genital diferente al habitual.
Sangrado mucho más abundante del habitual en los días de regla.
Sangrado fuera de la menstruación o al haber mantenido una relación sexual.
Ardor y dolor al orinar o defecar.
Secreciones de pus en la vagina, el pene o el ano.
Escozor vaginal.
Posibles síntomas de ITS.
ITS MÁS FRECUENTES
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (VPH)
El virus del papiloma humano es la ITS más común, afectando en algún momento de su vida a más del 80% de las personas activas sexualmente.
Existen diferentes tipos de genotipos de VPH, y no todos presentan los mismos síntomas ni tienen el mismo desenlace: algunas personas desarrollan verrugas genitales, pero otras no. En la mayoría de los casos, más de un 90%, es el propio sistema inmunitario el que combate al virus sin necesidad de tratamiento específico, pero hay un pequeño porcentaje de casos que podría derivar en cáncer de cuello de útero en el caso de que no sean detectadas a tiempo las lesiones premalignas.
Debido a la desinformación, muchas personas creen que este virus afecta únicamente a las personas con vulva, pero nada más lejos de la realidad: cualquier persona puede infectarse y transmitirlo.
Virus del Papiloma Humano (VPH).
Las lesiones premalignas producidas por el VPH se puede detectar fácilmente mediante una citología. Dependiendo de cada caso se requerirá una serie de controles o incluso una conización cervical, que es una intervención que se hace cuando hay lesiones premalignas de alto grado para evitar la evolución al cáncer de útero. A pesar de la gravedad del desenlace, es un virus fácilmente controlable si se realizan las revisiones citológicas periódicamente.
SÍFILIS
La sífilis está causada por la bacteria Treponema pallidum que se transmite a través de sexo oral, vaginal, o anal, en el momento en que haya contacto piel con piel. Después del VPH, es otra de las ITS más frecuentes entre las personas sexualmente activas.
La sífilis alterna períodos en los que no presenta síntomas, con otros en los que se hace más visible y es cuando aparecen las pequeñas úlceras y llagas en las zonas genitales, desarrollándose en varias fases. Una vez contagiada y pasado el período de incubación aparece una úlcera indolora. Esa úlcera desaparecerá, para pasado un tiempo aparecer erupciones en la piel (en las palmas de las manos y los pies). Tratada correctamente con penicilina, la enfermedad no llegará a estados más graves.
CLAMIDIASIS
La clamidiasis es provocada por la bacteria Clamidia trachomatis, transmitiéndose al practicar sexo oral, vaginal o anal.
La clamidiasis puede permanecer períodos de tiempo sin presentar ningún síntoma, y cuando aparecen suele ser entre una y tres semanas después de haber contraído la infección. Los síntomas son: secreciones anormales en la vagina o en el pene, sangrado tras la penetración, molestias al orinar...
La clamiadisis puede afectar al aparato reproductor, la uretra, el recto, e incluso en algunos casos a la garganta. Este tipo de infección se trata con antibióticos y es fácil de curar.
GONORREA
La gonorrea, también conocida como blenorragia, es una infección que se propaga mediante sexo oral, vaginal o anal. La bacteria se encuentra en el semen y en las secreciones vaginales, y puede infectar tanto el pene como la vagina, el cuello del útero, el ano, la uretra, la garganta... y en menores casos incluso los ojos.
La mayoría de personas que padecen gonorrea no presentarán síntomas y se sentirán bien, por eso es tan difícil saber que están infectadas. Este tipo de infección se trata con antibióticos.
Protégete contra las ITS.
VERRUGAS GENITALES O CONDILOMAS
Las verrugas genitales suelen estar causadas por el VPH del que ya te hemos hablado, más concretamente por los tipos 6 y 11, y hacen su aparición entre cuatro y ocho semanas desde el momento de la infección.
Pueden aparecer en la vulva, el pene, el ano e incluso la boca y se transmiten en contacto directo con las propias verrugas, ya sea durante la penetración, con el roce, o mediante sexo oral. El tratamiento de las verrugas genitales o condilomas suele ser su eliminación, por parte de un profesional, mediante diferentes técnicas.
HERPES GENITAL
El herpes genital es una infección de la piel producida por el virus conocido como Herpes simple. Su contagio tiene lugar por penetración, rozamiento, o prácticas bucogenitales.
Esta infección aparece por lo general en los genitales externos, en los pezones o alrededor de la zona anal, como pequeñas ampollas dolorosas diseminadas.
El herpes genital se puede transmitir también cuando no se tienen síntomas. Una vez la lesión ha desaparecido, el virus sigue quedando latente en el organismo y puede seguir apareciendo en momentos en que nuestro sistema inmune está más débil o estamos viviendo una situación de estrés.
HEPATITIS B
La hepatitis es un proceso vírico en el que el hígado se inflama. La hepatitis de tipo B se transmite a través de prácticas de penetración tanto vaginales como anales, así como del sexo oral.
La mayoría de las infecciones no presentarán síntomas, y se curarán por sí solas, pero existe un pequeño porcentaje que puede volverse enfermedad crónica. En la actualidad, existe una vacuna eficaz para prevenir la hepatitis B.
VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH)
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana es el virus que causa el SIDA, y ataca directamente al sistema inmunológico destruyendo poco a poco las células que lo forman. De esta forma, conforme el virus avance, nuestro sistema inmunológico no podrá defendernos del resto de las enfermedades.
Al contrario de lo que muchas personas creen, el VIH solo se contagia por medio de algunos fluidos como el semen, el flujo vaginal o la sangre. La forma más habitual de contagio es a través de las membranas mucosas de los genitales, úlceras, llagas, pequeños cortes... y cualquier otro tipo de herida que lleve directamente al flujo sanguíneo.
Una persona puede estar infectada por el VIH sin tener graves problemas ni síntomas durante mucho tiempo. Es por eso que la única forma de saber si eres portador del VIH es haciendo la prueba específica para su detención.
Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
CÓMO PREVENIR LAS ITS
Ahora que ya conoces un poco mejor las ITS que más se dan en las personas sexualmente activas, es el momento de recapitular qué puedes hacer para prevenir este tipo de infecciones y evitar así su contagio y propagación.
Conocer las diferentes ITS no basta, también hay que saber cómo prevenir.
Utiliza preservativo siempre, en cualquier tipo de práctica sexual, ya sea porque hay penetración o solo va a haber roce. Si vas a realizar sexo oral, no olvides las bandas de látex.
No compartas tus juguetes sexuales, y si vas a compartir no olvides una correcta desinfección o utilizar también condón y cambiarlo cada vez que va a ser usado por otra persona o si hay cambio entre la penetración anal y vaginal.
Utiliza lubricantes que sean de base agua, para asegurarte que son compatibles tanto con preservativos como con los juguetes sexuales.
Realiza exámenes periódicos para comprobar tu salud sexual siempre que puedas.
Infórmate sobre las posibles vacunas para prevenir tanto el VPH como la hepatitis B si estás en la edad recomendada.
En caso de resultar contagiadx, realiza un ejercicio de responsabilidad y sigue el tratamiento estipulado por tu médicx para que la infección no derive en una enfermedad crónica.
- Recuerda que la mayoría de las ITS de las que te hemos hablado no presentan síntomas claros, y pueden transmitirse de una persona a otra sin que lo sepas.
Prevenir las diferentes ITS está en tu mano.
Si realizas prácticas sexuales de manera habitual, el control de tu salud debería formar parte de tu rutina.
Tener el control sobre tu salud sexual te dará más seguridad en tus relaciones sexuales. La prevención es tu mejor aliada contra las ITS.
Durante estas líneas te hemos explicado cómo minimizar los riesgos de las infecciones de transmisión sexual, cómo son esas infecciones y cómo pueden presentarse y tratarse. Es fundamental que no esperes a sufrir una ITS para poner cartas en el asunto, sino que las medidas de prevención deben de estar incluidas siempre en tus relaciones.
Toma el control de tu propia salud sexual.
BIBLIOGRAFÍA
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- Frickmann H. Diversification of the prevention of sexually transmitted infections. Future Microbiol. 2019 Nov.
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